DIARIO DE VIAJE 22/05/2013 Dresde

DIARIO DE VIAJE 22/05/2013
Praga, República Checa - Dresde, Alemania -Oriental-, Praga

     Ciudad: Dresde.
     País: Alemania (Oriental).
     Idioma: Alemán.
     Moneda: Euro.
     Superficie: 328 km2.
     Altitud: 113 msnm.
     Población: 529.781 habitantes.
     Localización: Latitud 51°03′03″N. Longitud 13°44′18″E.
     Hora: UT+01:00 (Costa Rica + 7 horas).

El Valle del Elba en Dresde fue Patrimonio de la Humanidad de la Unesco entre 2004 y 2009; pero perdió su sitio en dicha lista debido a la construcción de un puente a dos kilómetros del centro histórico. De este modo, se convirtió en el primer lugar en Europa y segundo en todo el mundo en perder esta condición.

Hicimos un tour por la hermosa ciudad de Dresde, capital de Sajonia en Alemania. Cuyo casco histórico es una joya arquitectónica y paisajista repleta de encantos.

Con edificios renacentistas, barrocos y clasicistas. Destacan: la iglesia luterana barroca de Nuestra Señora, el estrafalario Palacio de Cristal, el Desfile de los Príncipes, la Opera Estatal, el Gran Teatro, los Palacios del Elba, la fábrica morisca-bizantina Yenidze, el gigantesco Ayuntamiento, el Castillo Albrechtsberg, la Catedral, Zwinger, el mercado de Neustadt, las vistas del Elba desde Augustusbrücke y más.  

Nuevamente volvemos a las tierras germanas; hace un año estuvimos en Hamburgo, en donde pasamos unos días antes de viajar en tren a Copenhague, y tomar el crucero por el Mar Báltico. Ahora, por vez primera, en Dresde.

Varios kilómetros antes de llegar ya se veía una nube negra y atemorizante que se posaba sobre la ciudad. Llegamos y nos bajamos del bus con una ligera lluvia que se mantuvo todo el día; suaves vientos y una temperatura alrededor de los 9 grados, que con esa humedad lograba pasar más allá de la piel y "gelarte" los huesos. No nos fue bien, no la pasamos bien.

La ciudad, como tal, maravillosa. Con gran sobriedad y elegancia; con innumerables edificios antiguos que tuvieron que ser reconstruidos, muchos en su totalidad, luego de los bombardeos de los aliados en la Segunda Guerra Mundial.

Aquí, en el Centro de Europa, en Alemania, en Dresde, el gran malvado son los gringos, y con mucho pesar se habla de las grandes destrucciones que se hicieron y de lo inmisericordes que resultaron al destruir tantos siglos de historia y arquitectura.

Si, fueron inhumanos, tal vez; pero se enfrentaban a un animal furioso que había que contener, y toda esta magia e historia era la casa y orgullo de aquellos que en su momento querían conquistar el mundo y escoger, en el camino, las razas y etnias que deberían habitarlo.

Era en Alemania en donde estábamos, yo no podía menos que lamentar todo lo que había sido destruido; pero pensando en la arquitectura e historia, nada más.

No pude dejar de recordar hace unos meses cuando estuvimos en otro imperio, El Gran Imperio Inca. Escuchar ahí las historias en contra de los españoles y las barbaridades cometidas en el tiempo de la conquista.

Sí, la matanza que dieron los españoles a los "pobrecitos" incas, la matanza que le dieron a un pueblo que, para llegar a donde estaban, habían ganado luchas y batallas en los que ellos también mataron a muchos de los suyos.

La historia es una, las versiones son varias; y todo esto debemos ponerlo en los tiempos en que se dieron los hechos, para poder hacer una valoración más precisa.

Yo no soy historiador, y nadie me envió a este lugar para escribir la historia o verificar los hechos reales; yo estoy de vacaciones y escribo para mi blog, sin que persona alguna me pague por ello, así que puedo decir que está -mamando- aquel que diga que esta ciudad, pueblo o país, son las grandes víctimas de cuanta -puta- bomba se llevó al carajo todo. He dicho.

Solo teníamos un día en Dreste. Aprovechamos para caminar un poco por la ciudad, tomar algunas fotos, e ir a almorzar el mall. Así aprovechamos para calentarnos un poquito. Fuimos a conocer la catedral, que como nos habían anunciado, parecía mucho más un teatro que una iglesia; pintado en colores pastel y con balcones en los laterales de tres pisos de altura, como para no perderse -el espectáculo- desde cualquiera de las tres bancas de cada uno.

Esta iglesia, como ya les había comentado, fue bombardeada y verdaderamente -despichada- por los "malvados" aviones de los aliados. Se juntaron todas o la gran mayoría de las piedras, y como el Ave Fenix, reapareció de las cenizas. 

En esta gran destrucción se fue al carajo la catedral. Recogieron cerca de un millón de fotografías que habían sido tomadas a la iglesia, y con cooperación económica de muchas personas, fue levantada de nuevo. 

Lo interesante es que ahora, hoy por hoy, tiene un rotulito que prohibe tomar fotos. No entendí. 

Hablemos de otros temas.  El lupulo se necesita para las cervezas; antes se utilizaba la cosecha para los grandes productos nacionales. Hoy en día se usa el lúpulo chino para hacer las bebidas de consumo local; y con el lúpulo nacional, que es de altísima calidad, se fabrican cervezas para exportar a Japón. Como en muchas partes del mundo, lo peor se queda en casa.

Diferente a Praga, y mucho más distinto que Zürich, aquí hay cero respeto al peaton. Y las bicis andan por todo lado, sin orden. El tranvia es peligrosisimo, los carros te pitan. Los buses pasan rapidísimo; no están bien señaladas las zonas peatonales y algunas veces los caminantes tienen que "surfear" entre los carros, no sin olvidarse que de la acera a la calle puede haber una grada alta. 

Entonces "Misión Cruzar la Calle":  llegás a la orilla y te fijás izquierda derecha izquierda derecha izquierda derecho, brincás a la calle con cuidado de no poner el pie en un riel del tranvía o metro, porque si se te resbala y caes, todo estaría perdido; aquí no hay más que una vida y sin comodín. 

Ok, lograste estar en la calle, ahora solo queda correr al otro lado mientras continuas fijandote a la izquierda derecha izquierda derecha, y tener presente que al otro lado debés pegar un brinco para SUBIR a la calle. 

Si mientras cruzas aparece un metro en cada sentido, por desgraciada casualidad, la misión esta perdida. Pero si en lugar de eso aparece un carro alemán piloteado por un germano, te sonará el pito, y seguro llegarás al otro lado en un temblor. 

En todo caso supongamos que lo lograste y al final brincaste para subir a la acera. Todavía no estás fuera de peligro porque las bicis andan por todo lado. Es posible que vengan dos en ese momento y para capearlas tengás que dar un paso atrás, bajar la grada; si viene un germano, auto, taxi, bus o metro, perdiste. 

Pero supongamos que no venía la bici, lo lograste!, pasaste la primera pantalla; estás en la "acera" divisoria de dos carreteras de cuatro carriles. Suerte en Dresde!, nada como los países "desarrollados". 

Estando en esta bella ciudad la lluvia no nos daba tregua, y mucho menos lo hacían lis vientos que venían de todo lado. Tal vez me reconocieron (historia vieja en Copenague) y querían venir a destruir mi paraguitas comprado en enero en Perú. 

Me giraba para un lado y para otro porque no estaba dispuesto a dejarlo hacerme lo mismo. Ya no estaba en las mejores condiciones; pero seguía soportando. De pronto!, zaz... aparece una fuerte rafaga y nos pega directo; con habilidad pude esquivarla sin afectar mi maltrecho y sobreviviente paraguas; no así Luisfer que recibió el "guevazo" de viento que, hablando claramente, le hizo mierda el paraguitas, quitándole hasta el ultimo soplo de vida. 

Por supuesto y como es costumbre, Luisfer intentó de todo para volverlo a la vida. No tuvo exito, estaba demasiado dañado, muy quebrado, perdida total (dijo el INS).

El entierro se llevó a cabo 50 metros después en un basurero bajo la lluvia. 

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