“Un poco de mis loqueras”

“Un poco de mis loqueras”
Vinicio Jarquín C., 12 de setiembre de 2013

Algunas noches, mientras estoy intentando dormir, una de las cinco almohadas de mi cama cae al suelo. Lo primero que pienso es recogerla; pero luego me pregunto si esa almohada querrá estar ahí, y yo la junto en contra de su voluntad, entonces no lo hago; pero también me intranquiliza pensar que tal vez quiera estar conmigo en la cama y no debo dejarla tirada.

Pensé que me estaba volviendo loco con este tipo de pensamientos; hasta que se los comenté a una amiga, de quien no daré el nombre porque cada uno confiesa sus propias loqueras, y me dijo que le sucedía más o menos lo mismo con las jarras del café. Que cada mañana seleccionaba una diferente, para que las otras no se resintieran.

¿Será que solo somos nosotros, o que algunos de ustedes tienen pensamientos similares que, por supuesto, no se atreven a confesar?

En fin, no importa, ya hoy el tema de las almohadas está levemente superado, o al menos controlado; pero esta mañana me entró una duda que quiero compartir.

La rama que “se voló” parte de la circunvalación sur; ¿Qué pensará su madre?

¿Estará la mamá de la rama orgullosa de lo que su hija ha logrado en la vida?, que con solo un recorrido y detenerse en el momento justo, se llevó “al carajo” una de las carreteras más importantes, dejándonos congestionados por más de dos meses (el MOPT dice 60 días; pero j aja). ¿O más bien su madre estará avergonzada con su hija y es la hazmerreir de sus ramas amigas?

No tengo respuesta para nada de esto, lo único que sé es que he sobrevivido los últimos casi 49 años de mi vida con este tipo de pensamientos, y espero poder pasar otro tanto sin caer en la demencia total y absoluta, si es que no he caído ya.

¡Buenos días mundo!, ¿sos mundo verdad? 


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