Guerra entre heterosexuales y homosexuales

Guerra entre heterosexuales y homosexuales

Vinicio Jarquin C.

30 de junio de 2015

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Hace una o dos semanas nos encontrábamos en una lucha por derechos, luchando casi contra nadie, pero caminando firmes en busca de lo que nos corresponde; derechos que antes no tenían las mujeres, ni los negros,

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Pero hoy veo que las cosas han cambiado, la lucha se está convirtiendo en una guerra entre ambos grupos, dentro de las fronteras de uno de los países más pacíficos del planeta. La verdad es que eso no es lo que quiero para el mundo en el que viven mis sobrinos, tus hijos o tus nietos.

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Creo que una tregua no es posible porque nosotros continuaremos firmes dando la lucha para la obtención de lo que nos corresponde; pero ¿Cómo les parece si le damos vuelta a esta guerra y empezamos una guerra de amor?.

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Si alguien pone algo que ofende, no respondemos con ofensas, sino con frases puras y limpias; con respuestas que ayuden a que quien escribió tome conciencia de lo que puso. Con frases de amor, para que quienes escriban puedan seguir con el alma clara y digna de la misericordia de aquel en el que creen.

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Esta es una guerra pasiva/agresiva en la que nadie ganará. Nuestros derechos llegarán pronto; si son muchos los que se oponen tardaremos más tiempo; pero llegarán.

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En todo este proceso veo familias que se están atacando. Hermanos que parecían haber superado la condición de uno de los suyos, que hoy "con amor" y públicamente dicen que no están de acuerdo con todos esos derechos.

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Personas que dicen amar a los gais, y aunque creen que merecen todos los derechos, no creen que merezcan todos todos. Hombres y mujeres homosexuales que se están alejando de la iglesia, porque por causa de unos han llegado a creer que es el pensar de toda la congregación.

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Los cristianos y quienes no lo son tanto, han tomado la Santa Biblia como una herramienta o un arma con la que pueden dañar a otros. Y los otros por su parte, se dedican a buscar las pruebas necesarias para desvalorar las palabras que en ella se encuentran.

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Hombres y mujeres que apoyados en pasajes bíblicos escritos para una sociedad de hace veinte siglos, los utilizan para juzgar y condenar, olvidándose que el Gerente del universo sigue siendo Dios, y nadie más. Hombres y mujeres que se atreven a usar iconos sagrados para algunos, para ofender y sentir que se están defendiendo.

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Hombres y mujeres que se dan el lujo de opinar en cuanto a cuales derechos debería tener la comunidad gay; y mujeres y hombres que faltan el respeto de las creencias de los otros.

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Los cristianos atacan en el nombre de Dios, como si se les hubiera dado permiso de usarlo en cadenas escritas que aunque no haya sido su intensión, se convierten en publicaciones de odio de ambos grupos; y otros que han decidido apartarse de esa fe que considera que los condena ad portas.

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Los homosexuales se ofenden porque los cristianos hablan en contra de la adopción de niños de parejas del mismo sexo, cuando es un bajísimo porcentaje el que estaría dispuesto a hacerlo; y los cristianos confiesan que es mejor dejar un niño en un orfanato durante toda su infancia, antes de entregarlo a una pareja homosexual.

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A ratos pareciera, como suele suceder en las guerras, que ambos grupos han perdido o están perdiendo el norte, y solo pelean por matar.

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Hombres y mujeres, humanos y pecadores, que creen estar en capacidad de juzgar por haber leído las escrituras, tratando de hacer la tarea que le corresponde al Espíritu Santo. Mientras que otros blasfeman sin miedo, porque de todos modos se les dice que ya todo está perdido.

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¿Quién se apunta a luchar conmigo en contra de aquellos que hacen campaña de odio o publican temas que puedan elevar los ánimos y echar leña al fuego?. ¿Quién levanta la mano y dice: no a la campaña del odio?.

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¿Cuántos gais se comprometen a respetar al Dios de los cristianos y no publicar ofensas o hablar de temas que ofendan?; ¿Cuántos cristianos se comprometen a no usar el nombre de Dios en contra de sus hermanos, amigos, conocidos y desconocidos?. 

¿Cuántos homosexuales se comprometen a dejar en paz a los heteros y cristianos, y no atacar sus creencias religiosas y su forma de vida?; ¿Cuántos heteros y cristianos se comprometen a dejar en paz a los gais, y no atacar sus creencias y su forma de vida, creyendo que no merecen derechos?.

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Si sos homosexual y no te anotás en esta causa, no creo que pertenezcás al grupo con el que quiero dar la lucha; Si sos cristiano y no te comprometés a decir no al odio y si al amor, es porque tal vez no has aprendido mucho del Cristo al que decís seguir.

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Escribamos con amor y respondamos con amor, sin decirle a cada quien como vivir su vida. Oremos unos por otros, en silencio, pidiendo porque Dios haga su obra en cada uno individualmente, sin decirle qué debe hacer o cómo debe hacerlo; sin señalar por como vive, sin criticar sus creencias o sus no creencias, sin imponerle nuestro estilo de vida, sin juzgar y sin condenar. Sin decirle que tenemos razón porque está escrito en la Biblia, y sin decirle no creo en eso porque no creo en tu Biblia. Respetando a cada uno según ha decidido vivir o según le ha tocado hacerlo; y respetando los derechos que tiene cada uno y todos, sin trabajar porque unos no tengan los que yo tengo, o sin quitarle los derechos a quienes ya los tienen.

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¿Cuántos de ustedes tienen el valor suficiente para decir: paremos esto hoy?

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