Mi hija es una perra

"Mi hija es una -perra-"

Vinicio Jarquin C. 23 de enero de 2017 

Una de esas historias de horror o de terror que viven los padres con sus hijos adolescentes o cuando ya van entrando a grandes. Se preguntan si lo enseñado será suficiente para que aprendan a escoger no solo el camino correcto, sino a la persona adecuada que los acompañe, supuestamente, el resto de su vida.

Hoy sucedió algo similar con KiKa, que es lo más parecido a una hija, mientras caminábamos en el parqueo de una tienda esperando que Luis Fer dentro hiciera las compras. 

Ella olía cada esquina, mata, piedra, llanta y cuanta cosa estuviera a su paso, y yo solo la seguía, asido al otro extremo de la correa, dejándola ser ella y entretenerse mientras fue vista por un perrito sencillo, tal vez un tanto callejero, aunque usaba un collarcito o collarcillo. 

El visitante llegó a estar a su lado, se olieron las narices, las orejas y los costados, lo que le hizo sentir a él que posiblemente ella estaría dispuesta a algo más, pero para KiKa solo era un juego y nunca imaginaría permitir un avance de otra naturaleza. Y aunque ella le olió sus partes, siendo natural en la especie, no dejó que él hiciera lo mismo, y cuando lo intentaba ella se sentaba, se volvía rápidamente o asumía una posición de juego.

La señal estaba clara, podemos jugar y pasarla bien, pero nada más. De pronto el osado aventurero trató de hacer algo más, en contra de toda la educación recibida de  una señorita, ella se volvió para evitarlo y perdió todo interés, dedicándose a seguir oliendo por el parqueo e ignorando al conquistador.

El episodio terminó y los tres nos fuimos a casa, aunque no sé si KiKa recordará este suceso como algo gracioso, o lo borrará de sus recuerdos. 

No puedo ni imaginar lo que sienten algunos padres cuando viven una situación como esta, esperando que sus hijas tomen la decisión correcta en el momento oportuno. Tal vez jugando un poco con osados aventureros, pero que al final del día estén claras de dónde vienen y hacia dónde van, y que no se queden encerradas o encadenadas al primer "patas vueltas" que les de pelota, tirando por la borda toda una vida de sueños y esfuerzos, corriendo detrás de un compañero que no promete. 

Comentarios

Entradas populares