Diario de viaje - Serenata en el Báltico
01
de junio 2012 – Helsinki, Finlandia
· Ciudad: Helsinki en Finlandia.
· Moneda: Euro.
· Idioma: Finlandés.
· Latitud: 60°36′28″ Norte.
· Longitud: 21°26′17″ Este.
· Hora: UT03:00 Finlandia Occidental. (Costa Rica + 9 horas).
Oficialmente República de Finlandia.
Un país nórdico que forma parte de la unión europea.
DERECHOS GAY EN FINLANDIA
1999 La edad de consentimiento se rebaja dos años para las relaciones homosexuales, equiparándolas así con las heterosexuales a los 16 años. La "promoción" de la homosexualidad deja de estar prohibida. 2001 Se reconoce la unión civil para los homosexuales.
Estamos a menos de 30 grados del Polo
Norte; a solo 20 grados del Círculo Polar Ártico. Esto es lo más al Norte que
he estado en La Tierra. El titulo anterior lo tenía Vancouver en Canadá, el año
pasado, que está a 49°14′59″ Norte. Que por cierto, fue ahí donde rompí mi
record hacia el oeste (123°07′10″ Oeste).
Este record al norte que hoy obtiene
Finlandia, va a ser muy difícil de romper a mediano plazo, porque aunque de
momento no tenemos planes para otro viaje, seguramente cuando lo hagamos será
hacia el hemisferio sur, aunque no estamos seguros si en el hemisferio oeste o
el este; pero esa, mis queridos amigos, es otra historia.
Hemos llegado al ser las 8 de la
mañana. Aquí ya no romperé record al Este; ese título seguirá siendo
de Rusia, al menos por ahora.
Esperamos bajarnos pronto para hacer
un tour por las mayores atracciones de Helsinki.
Es interesante notar que en las aguas
del Báltico en Finlandia, son bastante salubres debido a la lejanía con el Mar
del Norte y el agua de lluvia que baja de las montañas.
Si nos atrevemos a comparar esta
ciudad (Helsinki) con otras visitadas en este recorrido de “Serenata en el
Báltico” que estamos haciendo el crucero, y/o con otras ciudades de Europa,
ciertamente esta palidece y podría pasar inadvertida, aunque nadie se atrevería
a decir que es fea, como si lo podrían llegar a decir, aventadamente, sobre San
Petersburgo.
No obstante, aunque no nos habían
hablado muy bien de este lugar, nos encanta. Verdaderamente es un lugar en
donde podríamos pasar una temporada y no nos atreveríamos a descartar la
posibilidad de volver aquí en un futuro viaje a Noruega y/o al centro de
Europa.
Helsinki obviamente es una ciudad de
corte socialista; pero las cosas parecen funcionar bien. Los ricos pagan más
que los pobres y todos viven bien. Con buen sistema de transportes, una ciudad
segura con una alerta amarilla de los ladronzuelos de las calles, supongo que
como San José, y mucho menos que la mayoría de ciudades latinoamericanas.
Lo que hoy es una bella ciudad, fue la
aldea que Pedro el Grande le ganó a Suecia la batalla. Supongo que en aquel
entonces no era más que una aldea de pescadores, aunque solo parte del año
porque aquí el mar se congela en el invierno.
Luego de obtenerla la fuerza, el Zar
de Rusia trató de darle gloria en su competencia por dar a Rusia mejor imagen
que el resto de Europa. Compitiendo con París o los país del centro de Europa.
Tal vez un poco ilusorio porque aunque San Petersburgo si podía hacerlo, con
Finlandia se quedó corto. Un lugar bonito, tranquilo, con un gran mercado
público en el puerto; pero no tiene la grandeza de las ciudades con las que
quisieron competir.
Sin embargo, aunque en aquel tiempo no
alcanzó la imagen que se deseaba, hoy parece que sí. Aunque no en grandes
edificaciones, pese a que las tienen, si con la organización de sus habitantes
y con el estilo o nivel de vida que hoy parecen vivir.
Nunca, cuando fue territorio ruso,
albergó la casa de residencia de alguno de los Zares; pero si tuvieron casa
para sus visitas, misma que hoy es la casa del Presidente de Finlandia.
Alexander II (Zar de Rusia) se dio a
la tarea de unificar cuatros países y convertirlos en lo que hoy es Finlandia.
El pueblo respeta su memoria y ama sus recuerdos. Hablan mucho acerca de él y
es conmemorado en varias estatuas y/o placas que se lucen en la ciudad.
Amarrados a un pasado, cuando fueron
parte de la Federación Rusa y que hoy disfrutan de su libertad y/o
independencia.
No se ve pobreza en esta ciudad, al
menos por donde hemos andado, así como en otras ciudades que las mejores partes
turísticas son limpias y seguras.
La independencia de Finlandia se dio
justo antes de la revolución, una separación de rusa sin mayores incidentes,
por la paz, por las buenas; me parece que de la misma manera como se separaron
Lituania, Estonia y Letonia.
Como todas las ciudades que hemos
visto en este recorrido, Helsinki disfruta de muchas parques y zonas verdes que
la embellecen aún más. Tiene un calle costera, al estilo de Puntarenas y por
supuesto no como los caseríos o comercios de Guanacaste, que ayudan a que desde
el mar se disfrute la ciudad y que desde ella se pueda ver el agua y refresque
la vista de los ciudadanos y sus visitantes.
Interesante, los habitantes reciben el
agua caliente por cañería, no tienen que calentarla cada uno. O sea que el mae
que vende termo duchas en Costa Rica, aquí se moriría de hambre. Para subsistir
tendría que irse a San Petersburgo y correr de puente en puente, Qué matada!.
Como decía antes, me parece que la
alerta de esta ciudad es color Amarillo. Corresponde, quizá a los ladronzuelos
de billeteras, documentos, cámaras y esas propiedades de los turistas, y que no
es crimen, muchos menos mafia como de Rusia.
Los autos pasan la noche en la calle y
en el mercado los vendedores no están muy preocupados por su pertenencias o su
mercadería.
Esta ciudad se caracteriza, según nos
comentaron, por la “fiebre” que tienen sus habitantes por las saunas. Los
últimos números indican que tienen cerca de tres mil en toda la ciudad (o país,
no sé). Hacen competencias y los utilizan incluso en invierno, cuando el mar
está congelado. Hacen unos huecos en el hielo y están alternando entre el calor
del sauna y el frío del agua del Báltico.
Algunos datos interesantes: es un país
que solo tiene 95 años de existencia y han alcanzado grandes índices sociales y
económicos; en los 1700´s se murió, a causa de una plaga, dos terceras partes
de la población; y el 70% de territorio son bosques.
Es, verdaderamente, una gran ciudad
que refleja lo que es un gran país. Lamentablemente no podremos hacer mucho por
la carpeta de los “nativos” porque es domingo por la mañana y la “fauna local”
duerme todavía, je je.
Visitamos una maravillosa iglesia
luterana que está como en una montañita, a medio camino de un cerro, que
construyeron en una roca; pero para no quitar la vista del Báltico, dinamitaron
la piedra y dentro de esta construyeron la capilla. (Ver fotos)
Muchas de las artesanías que hemos
visto aquí son parecidas a las de otras ciudades de la zona, como cuando viajas
por el centro de Suramérica o por Centroamérica; pero también pudimos ver
muchas cosas distintas y compramos uno que otro recuerdito de viaje, no sé qué
haremos con las maletas una vez que tengamos que ordenarlas para empezar a
tomar los aviones de regreso, ya veremos, ni modo.
Esta noche tenemos que hacer nuestras
maletas porque mañana por la mañana llegaremos a Estocolmo en Suecia y tenemos
que dejar el barco antes de las ocho o las nueve, muy temprano. Ahora sabemos
lo que sintió Quecha en su reciente “pasada de casa”, tenemos tantos “chunches”
que empacar, que no sabemos si tendremos el espacio suficiente. Por dicha
trajimos maletines cerrados en caso de que nos pasara lo que siempre sucede,
compras!.
De regreso al barco
Fue una muy bonita experiencia haber
estado en Helsinki; aunque la verdad es que todas las ciudades lo han sido.
Algunas más seguras que otras; unas muy bellas y otras no tanto; algunas de
arquitecturas distintas; pero todas han sido grande experiencias.
El barco está a punto de alejarnos de
Finlandia; hemos emprendido nuestro camino, nuevamente, por las aguas del Mar
Báltico con rumbo a Estocolmo en Suecia. Podemos ver el tránsito que hay en
este océano.
Cuando viajamos a la Isla del Coco a
bordo del Prince Albert II de Silver Sea, no veíamos navíos en el camino, aquí
constantemente los topamos y/o los rebasamos. Motos de agua, plataformas,
cruceros, de todo tipo de embarcaciones en un mar que no es tan grande y que
tiene gran circulación.
Estar tarde volví a la terraza del
piso doce el barco, galleta en mano, dispuesto a alimentar gaviotas, bellos pájaros
para mí que no convivo con ellas, carroñeros para otros que las tienen en sus
casas día a día, robándoles sus comestibles.
En fin, salados ellos!. Moví mi mano
para que llegaran y fueron muchas las que atendieron el llamado y vinieron a
comer pedacitos de galleta con pasas. Fue divertido, me encantó. Yo estaba
bastante contento con esto, y aunque algunas personas del barco me vieron en mi
labor, nadie se antojo de hacerlo; pero más tarde una pareja me comentó que me
habían visto hacerlo. Fue chiva!.
Esta noche hubo una fiesta en el
teatro principal del barco. Más bien fue un espectáculo (ver videos) que hacían
los empleados para los pasajeros (“Crew Party”). Estuvo bonito. No eran los
mejores ni parecía un espectáculo de Broadway al mejor estilo de New York o
Londres; pero fue divertido ver al personal participando y nuestra gran
representación, ahí estaba “Anita” haciendo de las suyas, e insistentemente
saludó a mi cámara de video, je je
Esta noche, en la cena, trajeron unos
mazapanes, que por cierto no me gustan para nada, y a Luis Fer le encantan,
como sabor aprendido porque su madre los amaba y los devoraba. Le dije que
deberían meter a la cárcel a todos los que comieran mazapán, me dijo que
entonces él se iría a prisión. Entonces le dije que en ese caso yo tendría que
comerlos también, porque si lo encarcelaban yo me iba con él.
Recién salimos de Helsinki en
Finlandia. Casi de las mejores experiencias vividas, pese a que quienes conocen
toda esta zona decían que era lo que menos valía la pena.
Son las 05:28 pm. Luis Fer se está
afeitando para irse a la segunda parte de un tratamiento facial, yo mientras me
iré al sauna; pero antes de eso iremos a la fiesta de despedida del personal
hacia nosotros; y al finalizar todo esto cenaremos (con reserva previa) en el
mejor restaurante del barco.
Nuestras cosas de segunda necesidad ya
están empacadas para que las recojan a las 11:00pm, y el resto bajará del barco
con nosotros, mañana en la mañana en Estocolmo, rumbo al Marriot.
Somos
Luis Fer y Vinny en nuestra última travesía en el Mar Báltico, para regresar al
Norte de Europa continental, pasar unos días y regresar a casa, con la bendición
de Dios.
Los mantendré informados.
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