Diario de viaje - Serenata en el Báltico


24 de junio 2012 – Copenhague, Dinamarca

Son las 7:47 de la mañana.  Por supuesto ya amaneció, quien sabe a qué hora porque una "abierta" de ojos a las cuatro pasaditas probaba que ya el sol había salido. Aquí el sol no "duerme" mucho, se había "acostado" después de las diez de la noche. Prácticamente siempre estamos de día. Conforme vayamos más al norte, como yendo hacia el Círculo Polar Ártico, los días se acortarán hasta casi solo tener atardecer sin que la noche pueda llegar del todo.

Pero no llegaremos hasta el círculo. Ahora estamos en Copenhague, tomaremos el barco, iremos hacia Visby en Suecia, luego doblaremos a mano derecha hasta Letonia; pero eso lo veremos más adelante.

Esta mañana amaneció frío y lluvioso. Estamos como en una planicie, sin ninguna montaña. Se puede ver para todo lado hasta donde la vista alcance, se puede apreciar la redondez del planeta. Y para cualquier lado que veas notas las nubes densas, llenas de agua, de agua muy fría.

Supongo que las nevadas aquí deben ser muy fuertes, aunque técnicamente estamos en verano; de verdad no puedo imaginar el invierno que viven estos pobres "Vikingos". Seguro al pobre Olafo se le enfriaba el rabo cada vez que salía de casa.

Bajamos hasta el primer piso, afuera del hotel. Lo que parecía ser solo frío, es hielo, viento de hielo. Los vientos Árticos que vienen del Polo Norte te pegan directo en el hocico, te levantan el penacho y te congelan la nariz.

Es muy interesante, no son los fríos de otros lugares, es distinto, aunque no puedo explicarlo. Estuvimos hace algunos años en Búfalo en USA, con fuertes nevadas, en diciembre; pero los vientos, aunque allá eran más fríos, se sienten distintos. Es como si los vientos de Búfalo se enfriaran ahí, y los de aquí estén bajando fríos de fábrica.

En fin, aún así, vamos pa'la calle a ver que nos ofrece esta ciudad. Nos pusimos pantalón de secado rápido, camisa igual, suéter, jacket impermeable y pedimos prestados dos paraguas en la recepción del hotel. Buenos paraguas, grandes, blancos, varillas dobles y el logo del hotel en rojo; paraguas como para rajar, principalmente cuando pasábamos junto a los orientales que usan paragüitas de dos dólares, que el viento les levanta con facilidad. Nosotros muy orgullosos con los nuestros, sin saber que en pocas horas, antes de llegar al hotel, la historia cambiaría... (Ver más adelante).

Hemos viajado en invierno, casi que es la época del año que más nos gusta; pero casi nunca tenemos lluvia. Hoy estamos pensando que nos hace falta un pantalón que no solo sea de secado rápido, sino impermeable. Puede ser que sea el pantalón o un cubre pantalón, ya veremos que conseguir, aunque Escandinavia no parece ser el mejor lugar para esa compra; por lo pronto, estamos seguros que en el barco nos darán uno de esos ponchillos cuasi transparentes que usan los japoneses con cámara cuando andan turisteando; pero no quiero hablar mal de los chinitos, no después de lo que me pasó con el paraguas, lo vemos después.

Llegamos a la estación del Metro y tren, que pereza uno parecía estar yéndose; pero en menos de medio minuto venía otro atrás, salimos corriendo y nos encaramamos. Un gran tren, como de primera clase plus, Internet, libre de sonidos, confortable... ¡Ups!..., ¿Este tren para dónde va?, no era el nuestro. Qué risa, como los más polos nos montamos en la primera cazadora que pasó, como quien coge Sabana Cementerio frente al Centro Colón, siempre van pa'rriba.

La historia no es tan graciosa, este tren también iría para la estación central que era lo que necesitábamos. El punto es que estamos seguros que nuestro tiquete de transporte no cubriría este tipo de vagón. Pero al carajo con ellos, hay que viajar con clase, si no se puede pagar, nos colamos.

La sociedad danesa es muy honrada, no sé si por miedo a las multas, como los gringos, o es una cuestión cultural; aunque Luis Fer sostiene que en el caso de los gringos también es cultural. Para transporte público, comprás un tiquete en la estación, para las rutas o para el tiempo que querés, y lo guardás en la billetera o por ahí. Nadie te lo va a pedir ni tenés que mostrarlo o pasarlo por alguna máquina o dispositivo, solo para activarlos la primera vez. Se entiende que si estás usando el tren es porque pagaste, nadie lo pone en duda.

Preguntamos en el hotel el horario del Mall que está al frente, para comprar el desayuno de mañana (luego hablamos de comida), y dicen que es domingo, no abre... Queeeeeé...?; pero así son ellos, aunque al "atardecer" nos dimos cuenta que estaban cerrando, seguramente sí abrieron, no lo sé; pero sí vimos en la ciudad que mucho estaba cerrado, incluso en las zonas turísticas. No conozco la razón, puede ser una cuestión cultural como en Italia, puede ser vagabundería como en España, o puede ser que el pago de las horas extra sea extremadamente caro. 

Encontramos abierta una tienda de departamentos. Aquí los precios son carísimos, incluso estando en "sale". La gente compraba como loca, como si fuera una ganga comprar una camiseta cuello redondo, blanca en 35mil colones rebajada, sacos informales de 300mil colones... En fin, cariiiiisimo; pero nosotros siempre no las arreglamos para escarbar por aquí y por allá y conseguimos algunas cositas a precio justo que nos servirán para andar más corrongos en el barco, ya verán fotos. Prendas distintas que no hemos visto en América.

Por ejemplo, los relojes Skagen, de fabricación danesa, son más caros aquí que en Estados Unidos.

Es interesante como se viste la gente en esta ciudad; lo hacen como de acuerdo a la estación del año en la que están, indistintamente del día. No como en Costa Rica que nos asomamos por la ventana para ver el día antes de escoger la ropa. Esta gente técnicamente está en verano, ayer andaban en pantalón corto, camiseta, zapatos de gamuza; pese a que era un día frío. Supongamos que lo que es frío para nosotros no lo es para ellos, y recién salen de un invierno nórdico; pero con esta lluvia los zapatitos de gamuza se les van a hacer picha; y como dije antes, aquí no es barato.

11:27 PM, me muero de sueño, nos vamos a dormir. El reporte de hoy lo escribiré mañana en la mañana, o sea como en 10 horas. Buenas noches Costa Rica. Estamos en Copenhague, Dinamarca; preparándonos para abordar mañana el Voyager de Seven Seas de Regent, en ruta al norte, hacia el círculo Polar Ártico; primera parada: Suecia, Visby.

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