Seminario en Villa Blanca

VILLA BLANCA
Diario de viaje
Seminario
"El viaje del héroe"

Miércoles 8 de julio de 2015 (Primera parte)

Tal vez un viaje poco usual; pero hoy nos fuimos nuevamente.

A diferencia de entregas anteriores esta vez no tomamos un barco que nos llevara por el Pacífico a la Isla del Coco, ni un avioncito que nos transportara a la Yunai, ni mucho menos uno de esos grandes aviones transoceánicos que te recogen en Tiquicia y te van a tumbar a las Europas o a las Asias.

Este "ride" es distinto. Al ser las 2:00 pm salimos en "Primera Clase", entiéndase en el carrito de Luis Fer, con todas las comodidades, aunque sin servicio a bordo. Y a diferencia de otros paseos en este mismo carro, KiKa no será el ocupante del asiento de atrás, se quedó unos días con Norman y Mima.

Destino final San Ramón de Alajuela, en donde nos hospedaremos desde hoy para empezar un seminario que será desde jueves a domingo, de nueve a nueve. El programa se llama "El Umbral de la Montaña", y el seminario será de "Venciendo los miedos". Ya veremos como nos va en estos días, y trataré de mantenerlos informados.

A diferencia de los seminarios que hemos hecho de Insight I e Insight II, tal vez en este nos dejen contar detalles de cómo se realiza, porque en aquellos prefieren que no se diga mucho, para que los nuevos participantes tengan una experiencia "virgen". Cuando hicimos el Insight I nos hospedamos tres noches en el hotel Park Inn, que era donde se realizarían las charlas; cuando hicimos el II nos quedamos en la casa en Belén porque era en Herradura. En esta oportunidad nos quedaremos todas las noches, incluyendo la de hoy, en el hotel en San Ramón.

Tenemos mucha ilusión de compartir con personas que no conocemos, y estar de internos en ese hotel que parece muy bonito, y esperamos que tenga buen restaurante. Por supuesto yo los mantendré tan informados como me sea posible.

Hasta luego Chitos.

Miércoles 8 de julio de 2015 (Segunda parte)

El camino hacia el hotel, luego de pasar San Ramón, es precioso y pintoresco. Llovía a ratos, y en algunos momentos se nublaba; pero fue muy bonito y diferente. Al llegar al hotel superaran mis expectativas. Una bonita entrada con un guarda, tal vez local, bastante amable. Nos indicó por donde deberíamos continuar para llegar al edificio central para registrarnos. Lo hicimos por hermosos y cuidadisimos jardines con plantas seguramente locales y césped muy bien recordado.

Al parquear el carro un muchacho nos recibió con paraguas para que nos mojáramos en los cincuenta metros hacia las instalaciones en donde nos esperaban con toallas húmedas calientes y jugos de frutas, ofreciéndonos la oportunidad de poder es agregar guaro Cacique; pero no quisimos.

Nos entregaron la llave de nuestra habitación, cargaron nuestras maletas en una carreta con manteado de lona y fuimos a acomodarnos. Realmente bonita, espaciosa y con un pequeño recibidor, además con muchos detalles bonitos. Tiene refrigerador, cafetera, caja fuerte y teléfono; muchas ventanas, un baño grande con ducha, y aparte un jacuzzi. Dejamos nuestras cosas y nos fuimos al restaurante en busca de un "tentempiecito". 

Son las 4:39 pm, se espera que a las 5 salga un grupo desde San José. Mientras tanto nos fuimos al cine del hotel a ver el Violín Rojo, muy bonita película europea. Terminamos pasadas las 7:30, fuimos a la habitación y vinimos a cenar a ser las 8:00.

Nos sentamos con tres señoras, Patricia, Delia y Alejandra, y luego se nos unió Michele, que es una de las organizadoras. Terminamos cerca de las 10:00 y nos vinimos a dormir temprano porque mañana desayunaremos antes de las 7:00.

Les hizo mucha gracia que estábamos sentados en una de las salas del hotel tomándonos las primeras copas de vino, antes de pasar al restaurante y uno de los meseros vino a decirnos que había un problema, que nosotros éramos cinco y las mesas estaban dispuestas para cuatro personas cada una. De momento hubo un silencio entre las señoras; pero yo le dije: resuelva. Se fue y nos preparó una mesa de seis. A las señoras les gustó mi reacción; pero Luis Fer les dijo que estábamos acostumbrados a buen servicio y que esas cosas no se aceptaban.

La cena estuve divertida y la comida deliciosa. Tal vez un poco intensa porque estábamos con personas que nos disponíamos a conocer; pero ya tenemos el perfil de cada una, y ahora a tratarlas según cada una es.

Son casi las 11, nos vamos a dormir.

Buenas noches Chitos, mañana arrancaremos y los tendré informados.

Jueves 9 de julio de 2015

Un hermoso amanecer en las montañas ramoneases, cielo lluvioso con un ambiente muy nublado, aunque no se puede ver los campos, es una experiencia maravillosa.

Nos levantamos a las 6, nos alistamos y nos fuimos a desayunar.

Hola a todos.

Amaneció lloviendo poco y muy nublado. Nos despertamos a las 6am

Empezamos al ser las 9 de la mañana, casi puntualmente, y lo hicimos con una dinámica con tarjetas al asar, con las que podés explicar en pocas palabras qué estás buscando en la vida, y si sentís tener claro el llamado en tu vida. 

Es interesante conocer los testimonios y necesidades de los participantes, porque eso te ayuda a verte reflejado a vos mismo, y poder aprender un poco a partir de las experiencias de otros. Concuerdo con algunos, aunque otros son lo que necesito para tirar la toalla e irme; pero obviamente estamos empezando y debo darle la oportunidad al seminario y a cada uno.

La vida no es ni ha sido igual para todos; son variados los ingredientes que forman a cada ser humano, y así como he probado frutas distintas o platos diferentes en lejanas latitudes de la tierra, así mismo veo personas muy distintas a mi. 

Espero que este seminario logre darme las necesidades y suministros, o sea que me indique de que carezco y a que le temo, y que también me ofrezca o muestre las armas que puedo necesitar o a las que tengo alcance, para vencerlos. Pero no quiero vencerlos en lucha, sino habitándonos y sobrepasándolos. 

Los cánticos u oraciones "chamánicas" chocan un poco con mi costumbre de cristiano practicante; pero tengo la opción de no seguirla ni compartirla, aunque el choque es casi que cultural, porque no se opone a mis creencias, y al parecer las mías tampoco se imponen. Es un miedo a lo desconocido, y aunque no lo imitaré, dejaré que cada uno viva con sus tradiciones y costumbres, igual que cuando he estado en una iglesia católica, o en una mezquita en el mundo árabe. 

Hicimos un recreo a las 11, para regresar media hora después. 

Nos pusieron de ejercicio hacer una lista interesante de los eventos que cambiaron nuestras vidas, después la ilustramos en una cartulina, y escogimos a un compañero para comentar nuestras anotaciones. 

Fue bastante interesante, y aunque de momento no siento que sea trascendental, verdaderamente es un ejercicio que me ayudará a recordad aquellos eventos importantes que para bien o mal me han cambiado o han aportado detalles al tipo de persona que soy. 

Sigo dándole el derecho de la duda al seminario, y continuaré ansioso de lo que me pueda ofrecer, de lo que me enseñe. 

Almorzamos a las 2 de la tarde, una vez que terminamos el ejercicio con la cartulina, comentándola con el acompañante o compañero que elegimos, y volvimos a entrar a las 3:30 pm 

Mauricio Bruce es el encargado y fue quien nos vendió el seminario; lo acompañan una gringa y un chilena, ambas muy simpáticas, y tenemos una traducción bastante simultánea, sin realmente serlo, a cargo de Mauricio. Entre los participantes cerca de la mitad vienen de Estados Unidos, un colombiano, y el resto costarricenses, para hacer un grupo de 25 personas, más los tres líderes.

Recuerdo que Luis Fer me sugirió que lo hiciéramos; yo hablé con Mauricio, a quién no conocía, y me convenció a venir.  Así que aquí estoy, y aunque no me haré ni chamán ni seguidor de chamanes, veremos a dónde me pueden llegar el día de hoy; sin ponérselos muy fácil; pero tampoco muy difícil. 

En la tarde hicimos una dinámica muy bonita de escribir un cuento ayudado de tres tarjetas que te inspirarían, y luego en grupos analizamos lo narrado por anda uno. Fueron detalles interesantes que reconocí en mi mismo. Tal vez no todos y ciertamente nada nuevo; pero fue bastante interesante para recordarme los detalles que tengo que cambiar en vías de ser mejor o vivir mejor.

Yo sé que todos los seres humanos tenemos muchos asuntos que trabajar en cada uno. Necesitamos detectarlos para poder sanarlos; pero aunque estoy seguro que en mi hay mucho que analizar, también es sabido que yo tuve un cambio de religión por decisión propia en algún momento de mi vida; además luché con una "salida del clóset". Estas dos situaciones me ayudaron a conocerme mejor que otras personas que siguen en la religión de sus padres, o aquellos que no se encontraron con ese momento de la vida en el que te preguntás quién sos o qué sos, cómo vivir la vida o que hacer para llevar con orgullo, pese a que podés ser señalado por toda una sociedad heterosexual; y más recientemente hice el seminario Insight I e Insight II. 

Con esto no quiero decir que yo no tenga mis rollos, porque estoy seguro que deben ser muchos, lo que sí creo es que muchos de esos conflictos, aunque no estén superados, al menos bastante de ellos han sido detectados, y por ahí empieza el proceso de sanación. 

Cenamos a las 7 de la noche y a las 9 regresamos para hacer una ceremonia de "el héroe", según lo que habíamos hecho en el día. La habitación estaba a oscuras; pero algunos rayos de luz iluminaban hermosamente gracias a las decenas de candelitas que estaban encendidas en el suelo. Fue una actividad muy bonita y posiblemente edificante. Luis Fer la llama "un acto de amor" de ellos para nosotros; pero a mi me resultó un poco más espiritual, chamánicamente hablando.

Entiendo que mañana explicarán el significado de esta ceremonia. Ellos sabrán de que manera se maneja el contenido y que tiene que venir antes o después; pero me hubiera gustado que lo explicaran antes. La invitación era que todos nos sentábamos en círculo, y al centro los líderes, cada uno con una silla desocupada para que fuera usada por cada uno de los que se fueran acercando para hacer la ceremonia. Conté a los 24 llegar a donde uno y otro. A falta de esa explicación yo no llegué. 

A mi me daba vergüenza con aquel en el que he puesto mi confianza. No porque creyera que estaba malo o en contra de lo que creo, sino porque no quería participar en un acto espiritual que desconozco por completo. Lo pensé, en serio que pensé acercarme y vivir el momento; pero no lo hice porque el día no había sido tan intenso para mi, como para creer que tenía que vivir esa experiencia. Y segundo porque estaba seguro que en la noche, ya en mi cama, llegaría a arrepentirme cuando entrara en oración y el Espíritu Santo me pidiera explicaciones, pero no por aceptar determinada oración o ceremonia, sino por atreverme a aceptar ser partícipe de una ceremonia espiritual en la que yo desconocía el contenido o la intensión.

Es como si te dieran a tomar algo que tal vez nunca has probado, pero te explican lo que es. El problema sería probarlo sin tener la más mínima idea de lo que estas tomando. 

Cerca de las 10 de la noche acabamos con el trabajo del primero de cuatro días que estaremos hospedados en este hotel, "sumergidos" en una densa nube de San Ramón, que sólo permite ver las tímidas luces de los postes eléctricos. Una nube que te moja aunque no llueva, en un seminario con personas que andan en busca de solucionar algunas necesidades particulares, tratando de vencer sus miedos, darle un sentido a sus vidas o intentando sanar esas heridas que muchos tenemos o cargamos durante tanto años. Guiados por un grupo de tres expertos cuya misión es mostrarte una vida diferente, una vida libre, de paz y de armonía con el universo, o más bien con la madre tierra.

Aquí seguimos, trataré de mantenerme abierto a lo que venga en materia de psicología, y moverme un poco a la derecha cuando se trate de dejar pasar situaciones un tanto más espirituales. Trataré de abrir mi alma para aquellas cosas que notoriamente me alimenten, y tendré el corazón dispuesto para compartir y aprender, así como haré un esfuerzo para estar receptivo al conocimiento y a lo que pueda aprender de las experiencias de otros, o a lo que detecte en mi que debo cambiar desde el punto de vista psicológico.

Buenos Chitos, me voy a la cama para estar descansando mañana.

Buenas noches.

Viernes 10 de julio de 2015 (Primera parte)

Amanece en San Ramón, aunque perfectamente estamos en el cielo ya que inmersos en esta nube no podés saber a qué altura estás. 

Son cerca de las 6 de la madrugada y ya estamos en pie para hacer los preparativos necesarios y empezar a trabajar a las 9. 

El ambiente es precioso, húmedo, nublado y de poca visibilidad, pero que te permite ver la flora silvestre tan particular, en jardines hermosamente cuidados, con sonidos de cientos de aves, aunque solo dos que tres se atreven a asomarse. Debe ser difícil para ellos volar con esta temperatura; pero supongo que a todo se acostumbran. 

Por supuesto no tengo ni idea que nos espera hoy en el seminario, pero sigo ilusionado del contenido y de lo que pueda aprender y descubrir. Como dije ayer, estaré receptivo a lo que venga, aunque inamovible en mi  línea de pensamiento o creencias, porque aunque no descartaría la posibilidad de un cambio drástico, lo haría solo sobre rutas que entienda. Y los abrazos nocturnos espirituales que he recibido en oración cuando me acuesto, solo vendrán del mismo que ya lo ha hecho, y no de la naturaleza, madre tierra, norte o sur. 

Viernes 10 de julio de 2015 (Segunda parte)

Ayer fue muy valiosa la dinámica de los eventos que nos han marcado en la vida, que luego los pusimos en la cartulina y las comentamos con un compañero elegido del grupo, porque no solo te hace identificar esos momentos importantes, sino que al plasmarlos te ayuda a recordarlos, y al explicárselos a alguien de alguna manera te los oficializa. 

Otro evento importante de ayer fue la ceremonia en la que les comenté que no participé, y aunque era voluntario y muy difícil saber quienes lo hicieron porque podían ir, en la oscuridad, a donde uno de los tres líderes, Mauricio se acercó a mi al final, y me entregó una piedrita simbólica, parecida a la que todos tenían. Ese detalle me encantó y se lo agradecí esta mañana en el desayuno. 

Hoy seguimos más o menos el mismo horario de ayer, solo que paramos a las 5 de la tarde y no a las 10 de la noche. 

El día estuvo bien, con algunas dinámicas y juegos que nos enseñan herramientas para la vida, y que además integraron más al grupo. 

Directamente me invitaron para hacer la ceremonia que les comenté ayer, pero sigo firme en mi negativa hasta saber que significa y que involucra. Al principio pensé que los otros si tenían claro esto, menos yo; pero hoy me di cuenta que la mayoría no sabe de que se trata, pero lo hacen como parte de una experiencia distinta, para mi no es suficiente.

Yo no quiero abrir mi algo y/o espíritu a lo desconocido. No quiero hacer algo que no sé de qué se trata. Me dicen que puede ser mi necesidad de controlar o que es un personaje limitante en mi; tal vez, pero de igual forma, como les dije, no me tomaría un vaso de algo que no conozco, aunque sepa las buenas intensiones de quien me lo ofrece. 

Supongo que se debe aprender a vivir en paz, y mi negativa me hace sentir bien. A ratos pienso como me sentiría si aceptará el ritual, y siento que me arrepentiría de abrir puertas a practicas desconocidas. 

No puedo alejar de mi mente la pregunta: Por qué nadie me explica de qué se trata? Estoy guardado entre las palmas de las manos del señor, y no me bajaré de ahí para aventurarme, porque aunque sé que igual me volverá a acoger, no quiero andar haciendo juegos raros. 

Son las 7 de la noche, nos vamos a cenar, tal vez después al cine y a descansar para mañana. 

Luego de la cena y el vino, se armó una gran fiesta en la sala del hotel, muy divertido; pero a ser las 10 nos fuimos para no amanecer muy gorros dos mañana. 

Buenas noches Chitos. 

Sábado 11 de julio de 2015

Otro día nublado en las montañas de San Ramón. La lluvia de hoy, con viento, parece venir horizontalmente y los paraguas solo te protegen la cabeza. 

Un día terriblemente intenso. Hicimos unos ejercicios escribiendo un cuento para descubrir cuales son nuestros miedos, o ese "dragón" que tenemos escondido y que no dejamos salir, y que por lo tanto no hemos podido liberarnos de eso. 

Cada uno llegó a sus propios resultados ayudado de dos de los compañeros y eventualmente con la asistencia de uno de los tres líderes. Mi situación, aunque es importante atenderla y trabajarla, tal vez no fue tan significativa como la de mis dos compañeros, aunque es difícil de evaluar qué es importante para cada uno. 

Tal vez lo que de alguno me pueda parecer grande no lo sea, esos asuntos son individuales. 

Luego antes del almuerzo nos pusimos en un círculo para crear un tipo de ceremonia en el que cada uno  confiesa públicamente las áreas que debe trabajar, o esos "dragones" que no lo dejan vivir en paz y en satisfacción. 

Nuevamente pude ser testigo que dentro de los 25 participantes algunos tenían temas pequeños y otros algunos asuntos verdaderamente intensos, y hasta peligrosos. 

Al parecer esta tarde los trataríamos y haríamos un ejercicio de liberación. Un ejercicio que estoy dispuesto a hacer mientras no sea ceremonia chamánica. Pero antes de salir de esa sesión se presentó un caso urgente que debería ser tratado en ese momento. Fue aterrador. 

Este chico consideraba que su dragón realmente era un demonio, y lo llamó El Diablo. Fui testigo presencial de lo más parecido a un exorcismo; un evento único en mi vida. 

Fue sumamente extraño y diferente, un momento de estrés y rechazo. No sé si era lo que él necesitaba, o si lo que ellos necesitaban; pero la verdad es que fue muy intenso y para nada edificante; y desde mi punto de vista, se pudo haber trabajado de alguna otra manera. 

Una de las líderes se recogió el pelo, subió un poco su enagua y asumió la posición de un sumo japonés en batalla, con el muchacho al frente. Ambos gritaban y golpeaban, y trataba de no liberarse de lo que lo apresaba, y ella lo invitaba a sacar ese díablo. 

Luego me enteré que las cartas que hemos estado utilizando son del Tarot, que por ignorancia les he tenido mucho miedo. Pero en todo el proceso desde el miércoles he estado orando a Dios para que todo este proceso no se interponga con mis creencias, y si sí, por protección. 

En el almuerzo Mauricio (el líder principal) me preguntó que me había parecido lo sucedido, le dije que no me gusta, entonces me preguntó qué sentía, y le dije que asco. Pero pensándolo mejor no creo que eso describa bien lo que me causó. Me dio miedo y ganas de salir corriendo. 

Me daba el mismo susto que meterse en un lago lleno de bacterias y terminar "pescando" una. Sentía que por decisión propia me había metido en no sé qué que podría enfermarme. 

Volvimos después del almuerzo. La dinámica ahora es formar grupos de seis personas, dos adentro del cuadrado. Una de las dos saca sus -demonios- y la otra lo acompaña mientras las cuatro restantes apoyan. 

Mientras daban la explicación del proceso yo estaba en oración pidiendo la dirección del Espíritu Santo, respuesta que no siempre llega cuando queremos sino cuando debe de ser. 

Empezamos con el ejercicio, no era muy incómodo, aunque tampoco era agradable; pero podía ver lo que se estaba desarrollando en otros grupos en el mismo salón. Todavía tenía paz y me sentía protegido. Pero de pronto todo cambió. 

La gente pataleaba, gritaba y gemía mientras mataban a sus dragones y espantaban a sus demonios. En ese momento algo me dijo que era el momento de salir corriendo, y me fui. 

Estoy sentado en el bar del hotel, son las 4:10 de la tarde, y mientras me tomo una copa de vino mi cuerpo tiembla y me falta la respiración. 

Alguna vez y única, escuché la voz de Dios; el resto de decisiones las he tomado si tengo paz. Decidí tomar mis cosas y salir corriendo, y aunque mi cuerpo está alborotado y golpeado, mi espíritu está en paz y tranquilidad. 

Hay mucho que no entiendo de la vida, lo sé. Conozco muy poco de las tradiciones de lugares lejanos y sé muy poco de los chamanes; pero seguiré con mi mirada puesta en Dios, y el Espíritu Santo en un "ritual" privado, será quien me haga pasar a lugares de delicados pastos. 

Los tres líderes del grupo son personas muy cariñosas y te llevan con amor en todo este proceso; pero si me preguntás si te recomiendo los seminarios de El Umbral de la Montaña, te diría que si conocés las prácticas chamánicas podés encontrar la respuesta en vos mismo; pero si no, que te alejés lo más que podás de todo esto. Yo salí corriendo; pero porque así soy yo. 

El tema es que si esto fuera un juicio no puedo alegar ignorancia, desgraciadamente. Desde que nos llegó la invitación algo me decía que no debería venir; pero por si eran cosas mías hablé con Mauricio, a quién no conocía y le pedí que me convenciera. Le hablé de mis creencias y me dijo que no tenía nada de espiritual, que no había problema con eso. Entonces vine. 

Fue mi culpa, aunque un poco empujado por él; pero incluso el jueves no me sentía en paz y el viernes en la noche tomé más tiempo en mis oraciones. Sentía que necesitaba fuerzas y valor; pero sobre todo protección. 

El jueves en la noche me sentía orgulloso ante Dios por no haber aceptado que me "ungieran" en ese ritual, al día siguiente se lo hicieron a una señora mayor que por descuido no acudió al llamado la noche anterior, y me preguntaron si yo quería; pero esta vez dije NO; la noche anterior solo se habían dado por hecho. 

Esa noche también me acosté orgulloso de no haber flaqueado ante la novedad o ante lo desconocido. Hoy me siento feliz de irme limpio, de no caminar con la manada, como al matadero; me siento orgulloso de decir NO cuando me lo ofrecieron directamente; y me siento limpio por haber tomado mis cosas e irme de ese lugar, antes de que los dragones y demonios de otros empiecen a revolotear por el ambiente. 

Como les dije, Mauricio me dijo que no era nada espiritual, que cualquier lo podía hacer; pero eso no es cierto. Este seminario no habla de religión, estamos de acuerdo; pero si habla de espíritus, vibras, dioses y demonios. No se puede suponer que es para cualquier religión o para cualquier grupo, a mi me resulta muy específico y te va llevando por un camino extraño. 

Interesante que tantas personas solo se den "arriar" sin cuestionarse; tal vez porque andan en busca de algo que no han encontrado; pero yo si lo encontré hace años. 

A las 5 de la tarde Luis Fer vino al cuarto y nos fuimos a tomar café. Aprovechamos para hablar de cómo me sentía y le expliqué porque abandoné el seminario. Esto es un asunto muy personal; yo no quería seguir solo porque él estuviera, y él no tiene que salirse solo porque yo lo hice. 

Me preguntó si volvería luego del café, y lo pensé con detenimiento; pero decidí que mejor no porque estaba pensándolo solo por él. Decidí que no porque tal vez no debería llegar a un salón lleno de demonios rebeldes que fueron exorcizados; decidí que no porque el señor solo una vez me iba a sacar de ahí, si volvía lo haría por mi cuenta. 

Y mañana?, no lo sé. Estoy buscando paz minuto a minuto. Dependiendo de como mañana me sienta, ya veremos. 

Son las 5:50 pm, mientras el seminario continua estoy en el Jacuzzi. 

Más tarde me encontré con Luis Fer ir a cenar y luego ellos se fueron para hacer una ceremonia de cierre del día, y yo me vine a la habitación. 

Mauricio me preguntó si iría esta noche, y le dije que no; pero me sugirió que si llegara mañana para hacer un cierre general; es probable que vaya. 

Saludos Chitos. 

Domingo 12 de julio de 2015

Ayer dije que tal vez hoy iría al cierre del seminario; pero decidí no hacerlo. La verdad es que ya esto terminó para mi, y no quiero volver a ese lugar del que fui sacado por protección. 

Yo me retiré después del almuerzo del sábado y por lo tanto no hice esa sesión aterradora, tampoco volví al compartir que hicieron entre el café y la cena, ni a la ceremonia de liberación de miedos que planearon para las 9, alrededor de una fogata, y que terminó cerca de la media noche. 

Tengo algunos detalles de lo que hicieron en ese tiempo; pero no estuve presente y por lo tanto no los narraré, eso pertenece a cada uno de ellos, no es mi historia. 

Mientras estaba solo en la habitación, tenía algo de miedo, sabía que estaba seguro; pero con las puertas y ventanas bien cerradas, y todas las luces prendidas en ambos aposentos y en los dos baños; y es que no son cuartos, sino cabañas repartidas en los jardines de un hotel húmedo y oscuro, perdido en las nubes bajas de San Ramón; una verdadera historia de terror. 

El chico que fue "exorcizado" el día de ayer, es un muchachito sumamente atractivo, de unos ojos profundos en color verde claro, casi amarillos; pero que tiene un problema de alergia que enrojece un poco la parte blanca; pero que en la práctica de liberación se volvieron al rojo vivo por las lágrimas. No tienen una idea el pánico que daba verlo en posición de sumo japonés, rugiendo y con ojos encendidos como fuego, rodeando la parte amarilla. Era una condición particular, pero todo se unía para dar el más aterrador de los espectáculos. 

Más tarde me lo encontré en la recepción del hotel y sentí la necesidad de abrazarlo y lo hice. 

Ellos aseguran que no fue un exorcismo, sino liberarse de esas cosas que tenés dentro tuyo que no te permiten vivir en paz y libertad; tal vez sea sólo eso, o tal vez sea cuestión de semántica; pero cómo puedo interpretar una situación en donde un muchacho que ya ha manifestado tener maldad en su corazón, empieza a llorar y a quejarse, una asistente lo ayuda a liberarse con imposición de manos al principio y luego acompañándolo en ese duro camino tomando la misma posición física que él y rugiendo con la misma intensidad, hasta que finalmente el se siente relajado. 

Cuando este chico dio su testimonio dijo haber sentido algo dentro de él que tenía que se liberado, que le daban ganas de vomitar y no sabía como hacerlo; y que una vez que lo logró sintió como una fuerte energía salía de su cuerpo, haciéndolo sentir un calor fuerte en el pecho al tiempo que se liberaba, mientras veía algo parecido a una estrella destellando. 

Tal vez no le hicieron un exorcismo, sino que le dieron las herramientas para liberarse a sí mismo de eso que lo "acongojaba"; finalmente es cuestión de semántica; pero la realidad es que fue acompañado en un proceso en el que se liberó de una energía malvada que habitaba su cuerpo y que se manifestaba de vez en cuando en su actuar. 

*  *  *  *  *

Para hoy la agenda es complicada porque la salida del hotel es a las 12 y el seminario acaba a las 4. O sea que seré un "homeless" durante cuatro horas. 

Pensé en ir al cierre de hoy, lo hice con detenimiento y en oración. A ratos pensaba ir y a ratos cambiaba de opinión. Hasta que me di cuenta que lo que me motivaba a continuar era estar con Luisfer que como sabrán por mis diarios, cuando estamos de viaje nunca nos separamos; pero la verdad es que este asunto tengo que manejarlo por mi mismo, solo por mi a cualquier precio, entonces no voy. 

Además no se sabía si hoy seria de 8 a 4 ó de 9 a 5 como estaba planeado. No parecía que lo fueran a cambiar por lo tarde que terminaron ayer, así que en oración dije que si hacían el cambio era mi señal para no ir, y lo hicieron pese a que hoy pararon cerca de la media noche. 

Los que si siguen tendrán valores distintos o formas de pensar diferente a la mía, no los culpo, ellos son ellos.  Además la mayoría son personas sumamente afectados, con grandísimos problemas internos, desde luchas por independencia y poder, hasta quienes creen o confiesan tener demonios, hechiceros, asesinos y animales mitológicos gobernados por la furia y la ira, capaces de matar, romper quijadas y destruir; aunque también hay algunos que solo tienen problemas en ser aceptados o de baja autoestima. 

En su mayoría son personas que han recorrido largos caminos de liberación o en busca de la verdad, y han llegado hasta aquí, casi como último recurso. 

Lo interesante es que algunos de ellos llevan hasta 2 años de terapia con los líderes, y todavía siguen cargados y en busca de eso que no ha llegado, entonces?  

Son las 7 de la mañana, decidí levantarme temprano para acompañar a Luis Fer a desayunar, y aproveche para reservar un masaje para media mañana, y luego para ir al Sauna y al Jacuzzi, porque aunque tenemos uno en la habitación, el otro también debe ser bonito. 

Cuando hicimos el ejercicio de escribir nuestros momentos importantes que tal vez nos cambiaron, los anotamos en una cartulina y pusimos un trocito de madera recogida en el jardín, en cada evento. Todo eso lo dejé olvidado en el salón, junto con mi gafete del seminario. Esta mañana los recogí mientras todos desayunaban. Guardaré el papel porque es un ejercicio valioso; pero arrojé los tronquitos en diferentes plantas del jardín. Así como la piedrita que me habían dado, oré con ella en la mano y la arrojé lo más lejos que pude. 

Es interesante todo lo que he escrito acerca de estas prácticas espirituales raras y diferentes, porque así como los he pintado o descrito casi como un grupo de locos, así mismo debo verme yo si ellos llegaran a leer todo esto escrito por un evangélico temeroso y tal vez algo ignorante. 

No lo sé aunque es muy posible, así que procuraré ni juzgarlos ni condenarlos por sus prácticas y rituales, así como no juzgo las ceremonias católicas tan anticuadas para mi, y espero que tampoco me juzguen a mi en mis creencias y prácticas. 

Finalmente es tan cierta aquella frase que dice: "cada loco con su loquera". 


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