Amigos molidos
“Amigos
molidos”
Vinicio Jarquín C.
1 de diciembre de 2015
Alguna vez escribí un comentario llamado “Amigos de Papel” en donde
explicaba cómo podemos clasificar a los amigos; pero recientemente conocí a un
grupo grande de personas, en donde seguramente muchos, varios o algunos de
ellos podrían llegar a ser cercanos. Entonces viene a mi mente las preguntas
¿Qué es un amigo?, ¿Cómo se hace? o ¿Qué hay que hacer para conservarlos?
Y tratando de darme esas respuestas a mi mismo, o de auto-explicarme cómo
funcionan las complicadas relaciones interpersonales con quienes no habíamos
conocido hasta recientemente, me puse a escribir un poco con el temor de estar
equivocado en parte o en su totalidad. Así que si esto no aplica para vos y los
tuyos, supongo que cada uno tiene su forma de ver la vida, y además yo mismo
podría cambiar de opinión y hacer una versión II, con un contenido
completamente diferente.
Me atreví, tal vez insolentemente, a comparar la amistad con una lata
de frijoles molidos, que aunque no es el producto final, es buena materia prima
para llegar a tener una boca deliciosa y envidiable, que pueda ser ofrecida o
mostrada a las personas que llegan a nuestra casa, y que indudablemente podríamos
recibir hasta elogios por lo que hemos logrado.
Ciertamente cuando comprás una de estas latas no tenés todo listo, hay
mucho trabajo por hacer, aunque tengo que comentar que alguna vez estuvimos en
un BBQ en donde un par de chicas le quitaron la etiqueta y la tapa de arriba,
lo pusieron en la parrilla y luego los comían con papas o galletas. Bastante desagradable
para mí gusto.
La receta que hoy se me ocurre es obtener el producto principal, ya sea
que lo comprés o te lo regalen, que viene siendo como si lo descubrieras en una
reunión, amigo de amigos, en una clase, en una fiesta o por la calle. Quitarle
la etiqueta, o bien dejarlo desprovisto de todas las etiquetas que pueda tener
porque la sociedad le ha puesto e impuesto, y empezar a trabajar con él en el
caso de las relaciones interpersonales, o con ellos en el caso de lo que
llegarán a ser frijoles molidos.
Ponerlos en una olla, porque el calorcito suave al principio puede dar
la impresión de que estás interesado en trabajar con eso y llegar a tener un
producto final maravilloso. Agregarle algo de azúcar para que la dulzura, en
términos generales, sea una cualidad importante de lo que tendremos. Tal vez un
poco o mucho chile dulce rojo, para que no le falte color en cada bocado; un
poco de cebolla para que tenga la capacidad de llorar cuando sea necesario y
para que pueda reconocer tus lágrimas si fuera importante hacerlo en su
presencia, y no olvidemos una cucharadita de mantequilla, para que las cosas
poco importantes le pueda resbalar.
Un chorrito de Coca Cola para que sea social, gracioso y entretenido.
Sal en cantidades suficientes para que tenga sabor y para resaltar sus
cualidades e ingredientes, que de otra manera podrían pasar inadvertidos. Unas
cucharadas de café para que tenga la capacidad, al final, de poder sentarse
toda una tarde a compartir con vos. Opcionalmente podés agregar unas gotas de
algún chile de buena calidad, para que tenga chispa y gracia en cada bocado. Y
después de eso someterlo a altas temperaturas o dejar que la vida o la estufa
hagan de las suyas, para que sea resistente y para que no se agreé con
facilidad.
Una vez terminado estoy seguro que podés ofrecerlo o mostrarlo en tus
fiestas, y todos estarán maravillados con el producto que has traído.
Recordá que aunque algunas veces conocés a alguien y parece que será
tu amigo del alma, o no podés creer la maravilla que has encontrado, las cosas
no son lo que parecen al principio, y aunque de verdad pueda llegar a ser lo
mejor que has conocido, tiene que pasar el proceso necesario para que pueda ser
resistente y duradero.
No olvidés que los frijoles deben ser hervidos con regularidad para
mantener su buen estado, o sea que de vez en cuanto tenés que someterlo a altas
temperaturas y no dejarlo olvidado sobre el mueble de la cocina. Así mismo, se
puede conservar en el refrigerador para que también aprenda a subsistir cuando
los días no sean tan cálidos como quisiéramos.
¿Saben qué?, los amigos no se encuentran, los amigos se hacen; y
aunque eventualmente el mercado te pueda ofrecer maravillosas marcas de materia
prima, tenés que trabajar para llegar a tener un producto final digno de vos o
de lo que querés. También me ha sucedido que una vez que termino la receta, no
me gusta el sabor o desistí de terminarla porque en el proceso descubrí que
venía con gorgojos o que la marca no era tan buena como yo esperaba. Muchos son
los que se quedan en el camino, y aunque algunas veces con un poco de auto
estima baja he pensado que tal vez no seguí bien la receta, prefiero pensar que
no quiero trabajar con productos baratos, porque siempre “colapsan” antes de
terminar.
Podés ir probándolo en el camino, y si en algún momento te parece que
no llegará a ser lo que esperabas, que no te tiemble la mano para apagar la
cocina y dejarlo enfriar, aunque no haya hervido, porque la vida es muy corta
para andar cargando con lo que desde el principio no funcionó.
Suerte con la receta, y espero que llegués a tener muchos amigos en tu
vida, porque los “frijoles molidos” pueden llegar a ser simplemente deliciosos.
Vinny
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