Feedback
Vinicio Jarquín C.
7 de diciembre de 2015
Hace
muy poco recibí un seminario de desarrollo personal, entre otras cosas; y
alguien a quien antes no había conocido me hizo comentarios maravillosos acerca
de lo que pensaba de mi, entre ellos me afirmó que yo era un –príncipe-. Ciertamente
nunca antes lo había pensando ni me había visto de esa manera, pero le respondí
que sí, que yo lo sabía, porque yo era hijo del Rey de Reyes.
Después
de eso me envió un mensaje escrito con sus valoraciones mucho más detalladas,
que me han fascinado y que no publicaré aquí por una cuestión de humildad,
aunque no pude resistirme hacerlo en mi web personal, porque la verdad es que
no soy tan humilde.
Todo
esto me puso a pensar porque no solo sirvió para reafirmar mi autoestima y amor
propio, ayudando también al ego, sino porque me comprometía a seguir
comportándome de esa manera para que otros pudieran verme igual, y para poder
ser reflejo del grandioso concepto que algunos tenían de mi, sin olvidar que si
quiero ser llamado hijo de Dios, debo respetar el título.
Simultáneamente
me puse a hacer una revisión de mi forma de comportarme con amigos, familiares
y conocidos, y el desagradable resultado fue que no para todos debo parecer un
príncipe, y mucho menos el hijo del Señor de Señores, entonces me he dado la
tarea de tratar de ser mejor cada día, apoyarme en aquellos que pueden aportar
valores nuevos o reforzar los que ya tengo, y ayudar a otros a vivir mejor, si
es que lo quieren o me lo permiten.
Si
en algún momento has sentido ganas, o las sentís ahora, de hablarme de las
fortalezas y debilidades que ves en mi, todos tus comentarios serán recibidos
como retroalimentación positiva, en vías de ser una mejor persona.
Vinny
Comentarios