Juntos



"Juntos"
Un poco de nuestra historia... la mejor parte de mi vida
Vinicio Jarquin C.,  para nuestro aniversario 14

Tres años después de que empezara el nuevo milenio; y cuando estaba por acabar el primer mes de ese año que seguramente esperaba que fuera maravilloso, mi "modem" intentaba conectarse a Racsa. Eran aquellos tiempos en que teníamos que tener paciencia y esperar la conexión, tal vez telefónica, entre pitos y pitazos. Finalmente estaba conectado a la Red Internacional conocida como "Internet".

Una vez dentro de ese avance en comunicaciones, entré al chat público que solía visitar con alguna regularidad, y ahí estaba él; tal vez esperándome o esperando por la vida. Cuando me vio entrar me saludó, conversamos un poquito y me invitó a cenar; acepté unos días después. Pasó a buscarme y fuimos a conocernos el día 5 de febrero del 2003; maravillosos, formidables e impensables años. A la semana siguiente se fue de viaje para Asia, y un mes después regresó añorando que yo estuviera disponible; y yo estaba aquí, ilusionado porque ya no tendría que esperarlo más.

Ha sido una vida de bendición. Hemos creado una familia, ahora hasta con hija, y nos hemos conectado a la familia del otro. Me siento muy querido en compañía de sus hermanos y parejas,  así como con sus sobrinos y primos; y él es una pieza de gran importancia dentro de mi núcleo familiar, incluyendo a mi abuelita de más de cien años.

Muchas son las circunstancias en las que hemos estado juntos y siendo testigos. 

Juntos le dimos la partida a su padre y al mío; juntos vimos el nacimiento de Jimena y Santiago, mis chicos. Juntos decidimos la llegada de KiKa, y ella nos escogió al vernos juntos; y por eso juntos los tres, celebraremos cada aniversario.

Nuestra relación es como la de aquellos que pasan mucho tiempo juntos. Cada uno sabe qué esperar del otro, qué quiere comer, qué respondería a determinada pregunta o cómo actuaría en una situación en particular.  Como aquellos -viejitos- uno empieza los cuentos y el otro los termina; no nos podemos contar chistes nuevos, y muchas veces respondemos: "sí, ya me dijiste".

Nos conocimos en mis treintas, estamos en mis cincuentas, por lo tanto juntos estuvimos todos mis cuarentas. Hemos compartido la mesa miles de veces, sólo nosotros y con más personas; y hemos tenido unas conversaciones vanas y otras de esas que hacen que el mundo se detenga.

Juntos hemos hecho los seminarios Insigth I e Insight II, que nos han permitido ver la vida de una manera mejor, y ambos nos certificamos juntos en El Programa Neurolingüistico (PNL), y más adelante también en el Master, ambos bajo la dirección de Sara Mizrahi, siendo ahora nuestra gran amiga.

Juntos hemos caminado codo a codo por los senderos de Costa Rica, y volado por más del 30% del planeta; y hemos vivido amaneceres y atardeceres en más de doce mares en el mundo, siendo el Océano Pacífico, el Océano Atlántico y el Mar Caribe, el Mar Báltico, el Mar de Tasmania y el Mar del Norte, el Golfo de México, el Mediterráneo, el Adriático, el Golfo Pérsico en el Océano Índico e hicimos -snorkeling- en el Mar de Coral entre Australia y Nueva Zelandia; así como navegamos por el estrecho del Bósforo para conocer el Mar Negro, y desde el avión hemos visto la Península de Yucatán y el Mar Rojo volando desde Dubai hacia Madrid. 

Juntos hemos visto grandes y famosos lagos, como cuando hicimos el cruce de los Lagos en la Cordillera de los Andes, que atraviesa Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Perú y parte de Venezuela, estando en la región Nahuel Huapi hacia la Patagonia, desde Puerto Mont hacia Bariloche; el Lago Di Garda en Italia, el Lago Llanquihue, el de Todos Los Santos y el Lago Frías, o cuando navegamos por el Titicaca, o cuando vimos el de Zurich, y el de Lucerna en Suiza, el Michigan y el Ontario en los Estados Unidos, los "Mirror Lake" y "Wakatipu" en Queenstown en Nueva Zelandia de un color azul hermoso, que recorrimos a bordo del barco de vapor el "TSS Earnslaw, que se lanzó por primera vez en 1912"; también estuvimos en Puerto Varas, El Calafate y el Glaciar Perito Moreno; el Petrohué en el Parque Nacional Vicente Pérez Rosales, Peulla, Puerto Alegre, Puerto Blest, el monte nevado Tronador, Puerto Pañuelo y el Cerro Campanario; la Bahía Bajo de las Sombras, la Península de Magallanes, el Canal de los Témpanos, la Laguna Rodrigo de Freitas, el Parque de Flamenco, Viña del Mar y Valparaíso. 

Juntos hemos estado, en los extremos del planeta, visto desde Costa Rica. Los más al norte que estuvimos juntos fue en Finlandia, muy cerca del Círculo Polar Ártico, lo más al sur en la Patagonia, en el Hemisferio Sur, la primera vez que estábamos bajo el hueco de la capa de ozono, cerca del Cabo de Hornos. Lo más al Oeste en Australia y lo más al este en los Emiratos Árabes Unidos. Lo más bajo tierra en Holanda, a dos metros bajo el nivel del mar; sin contar las veces que juntos hicimos snorkeling en algunos destinos maravillosos; y lo más alto en La Raya, en los Andes en Perú, a pesar de haber estado caminando por Los Alpes.

Juntos decidimos, estando en Buenos Aires y con todo pago y reservado, abortar la idea de ir a conocer las Cataratas de Iguazú, porque ambos sentimos que no era el lugar en el que Dios nos quería en ese momento, y nos gusta ser obedientes para poder seguir disfrutando de nuestros viajes bajo la protección del Altísimo. 

Juntos hemos visto crecer nuestras empresas, y hemos pintado nuestras mejores obras en artes plásticas. Hemos ido juntos a varias bodas en las que parejas heterosexuales se declaran amor eterno, así como bautizos de niños que llegan a formar parte de nuestra familia y funerales de aquellos que han partido a una vida mejor. Juntos hemos celebrado con más de un centenar de amigos y familiares la llegada de la -media teja- de cada uno.

Juntos hemos comprado tres pares de anillos, el primero de ellos con figuras del Kokopelli en Santa Fe de Nuevo México; el segundo con piedras preciosas del suroeste de los Estados Unidos, en otro viaje a esa misma ciudad tres años después; y el tercero con lapislázuli en Santiago de Chile, que los usamos cada día como símbolo de nuestro amor por siempre.

Juntos hemos tomado en los países productores, vinos, grapa, pisco y caipiriñas; así como hemos comido empanadas argentinas en las tierras de Mafalda y empanadas chilenas en la nación que les da su nombre.

Juntos hemos tenido pérdida de oxígeno en montañas como los Alpes o los Andes y caminado bajo la nieve de las Dolomitas, en donde tomé la foto que luego convertí en una de mis mejores acuarelas; y estando ahí no pudimos dejar de recordar el libro "Marco, de los Apeninos a los Andes", escrito por Edmundo de Amicis y publicado en 1886, aunque no sería sino hasta un par de años después en que juntos pusiéramos los pies en Los Andes en el sur de América.

Juntos nadamos entre tortugas y tiburones en la Isla del Coco, experimentando además un gran aguacero como nunca antes vimos, mientras éramos cuidados por un grupo multidisciplinario que formaba parte del "staff" del crucero siete estrellas; luego de haber navegado al lado de ballenas y acompañados de delfines, cuando pasamos cerca de la salida del Golfo Dulce en Costa Rica con rumbo al sur en el Pacífico.

Juntos tragamos arena en el Gran Desierto de Atacama, en donde aprovechamos para deslizarnos en sus enormes dunas antes de hospedarnos en el maravilloso oasis de Huacachina, y jugamos recorriendo las arenas en buggies a gran velocidad. También caminamos sobre las rojas arenas del Desierto de Arabia en Medio Oriente, y en bote conocimos las Islas Ballestas en el sur.

Juntos hemos estado en un pueblo Hippie en Dinamarca, en donde nos prohibían tomar fotografías porque era dañino para el alma, pero seguramente nos hubieran dejado consumir toda la droga que deseáramos. 

Juntos hemos comprado quesos y jamones en Santa Fe de Nuevo México, para almorzarlos más tarde en un risco de las montañas Sandía en Albuquerque; así como también compramos quesos holandeses en Amsterdam para compartirlos con amigos algunos días después, en una tarde de vinos en Bruselas en Bélgica; luego de conocer Brujas, conocida como "La Venecia del Norte" y declarada Patrimonio de la Humanidad; y el pueblo medieval de Gante, con calles empedradas.

Juntos en Bruselas recorrimos las callejuelas, vimos estatuas y edificios iconicos

También juntos estuvimos Lovaina en Bélgica, un par de días antes de viajar por primera vez juntos, al continente asiático, aterrizando en el convulso mundo árabe.

Por lo tanto y aunque hemos estado dos veces en Asia y en seis oportunidades en Europa, solo en el 2016 estuvimos en los cinco continentes habitados de la tierra porque en este año volvimos a esos dos saliendo de América, y además visitamos Oceanía y África.

Juntos nos hemos -emborrachado- a ritmo de canciones típicas costarricenses en un pueblito italiano, y cocinamos para -campesinos- en ese mismo país. Juntos cruzamos la otrora Cortina de Hierro, atravesamos la línea del Ecuador, el Meridiano de Greenwich, volamos en avioneta para ver cerca de 20 de las líneas de Nasca y chupamos las paredes de la Catedral de Sal de Colombia. Juntos nos hemos tomado miles de fotos, y más recientemente, cientos de "selfies".

Juntos hemos estado cerca del Polo Norte y del Polo Sur, rompiendo nuestros récords en la tierra; hemos visto glaciares, y caminado por algunas de las montañas más altas; hemos visto el piso desde un globo en Orlando, y temblado en algunas de las zonas más frías del planeta. También hemos disfrutado de bailes típicos rusos en su país en el norte de Europa, Samba en Brasil, danzas autóctonas en Budapest, un show de tango en la Esquina de Carlos Gardel, y asistimos a ver "Carmen en Flamenco" en la Gran Vía de Madrid, invitados por Doris Goldewick; sin dejar de mencionar que caminando por el Puente de los Suspiros en Bogotá, nos detuvimos para que una amiga nos cantara profesionalmente "La flor de la canela", también juntos hemos, en Budapest, cruzado el Puente Elizabeth, la Plaza de los Héroes, La Opera que es un ejemplo del neo renacentismo, el Bastión de los Pescadores con magníficas vistas del Parlamento y del Danubio, el  Puente de Margarita, el Barrio del Castillo, el Monumento a Esteban I El Santo y la Galería y el Museo Nacional.

Nunca planeamos ir a Alemania, era el destino menos deseado, y finalmente juntos hemos hecho tres viajes a este país, visitando no menos de seis ciudades en las tierras arias.

Juntos hemos estado varias veces en Madrid y fuimos dos veces a Suiza, incluyendo visitas a las zonas por las que seguramente caminaron Heidy, Pedro, Niebla y el abuelo, desde donde los Alpes te hacen sentir diminuto, aunque ya habíamos estado en el Paso Pordoi, en esta misma montaña pero del lado italiano; años después caminamos en La Raya en Perú, a 4.335 metros sobre el nivel del mar. 

Estuvimos un par de oportunidades en Francia, conociendo varias ciudades de este país, incluyendo la capital y "La Defense". Juntos navegamos por el Rin durante una semana desde Basilea hasta Amsterdam, llegando justo a la floración de los tulipanes, ahí aprovechamos para recorrer los canales, y conocer los molinos de viento en "Zaanse Schans", las fábricas de quesos en Volendam y la producción de zuecos de madera. Conocimos juntos el "Keukenhof Garden" que es el más grande y espectacular jardín de flores del mundo, con tulipanes de múltiples colores, es un escenario hasta donde la vista alcanza; estuvimos frente al Palacio Real y la casa oficial de su Majestad la Reina.

En el trayecto desde La Comunidad Helvérica hasta  los Países Bajos desembarcamos en Breisach en Alemania, una ciudad que data de hace más de 4000 años; estando ahí aprovechamos para cruzar a la otra orilla y visitar el "Alsatian Wine Tour" en Colmar, ciudad francesa conocida como "La Pequeña Venecia". También paramos en Estrasburgo, que parece ser uno de los pueblos más hermosos de Europa, y conocida como la ciudad más alemana de Francia; estando ahí aprovechamos para caminar por su centro histórico Patrimonio Unesco de la Humanidad, fuimos a la "Place de la République".

También juntos, y desde el barco, nos bajamos en Speyer en Alemania y caminamos por la pintoresca ciudad fundada por los romanos, para hacer un tour en Heidelberg, en ese mismo país, siendo una ciudad conocida como la casa de las más antiguas universidades en Alemania e inspiración para muchos grandes escritores y artistas en general, con vistas medievales, y caminamos por Neckar Platz, por calles angostas desde donde se podía admirar el castillo de la ciudad.

Juntos almorzamos en Rudesheim, una villa en el corazón del Rin, en el centro de Alemania. Estuvimos en Koblenz, que es una ciudad alemana que ha cambiado de manos siete veces entre este país y Francia; y finalmente llegamos a Cologne en donde la familia Farina inventaron el agua de colonia. 

Juntos hemos visto los palacios de al menos una docena de familias reales, incluyendo casas de zares rusos, sultanes turcos y templos faraónicos del antiguo Egipto, además de las formidables e impensables casas de tres emires, que es probable que hagan palidecer al Palacio de Buckingham.

Juntos hemos sido testigos de la fantasía de Disney en Orlando y de la magia de obras de Broadway en New York, como cuando lloré varias veces viendo "El Rey León", o cuando presenciamos "Wicked", "The Book of Mormon", "42nd Street", "Chicago" y "El Fantasma de la Ópera", así como "Pippin" en Washington o "Los Miserables" en la capital británica. Además vimos "Hombres de Azul" en Nevada, concierto de Beethoven y Mozart en Viena,  "El Cascanueces" dos veces en San José, y "The Christmas Spectacular Show" en el "Radio City Music Hall" en La Gran Manzana, una formidable presentación que incluía a las Roquets; el "Teatro Negro" de Praga en la República Checa, en donde disfrutamos "Ta Fantastika" con "Aspects Of Alice"; "Don Quijote" en la Ópera de Viena en Austria, Il Divo en Costa Rica; "El Barbero de Sevilla" en "The Opera House" en Sidney, y estuvimos en la inauguración de la temporada de la ópera lírica en la Arena de Verona, en la otrora casa de Mussolini. En esa oportunidad nuestro chofer, que regresó a su casa luego de dejarnos, dice habernos visto en vivo en la RAI, que es la cadena nacional de la televisión italiana.

También hemos estado en varios espectáculos del Circo del Sol; en Las Vegas vimos "Zumanity" y "Ka", que es un ataque a todos los sentidos y no podíamos creer lo que estábamos disfrutando; estuvimos en "La Nouva" en La Florida, y en Costa Rica presenciamos "Varekai" y "Corteo", en donde se muestra el funeral de un payaso; así como hemos visitado formidables museos como el de Dubai, el Smithsonian, el de Botero, el MEP y el Moma en New York, el museo de Van Gogh y el Museo Nacional o "Rijks Museum", ambos en Amsterdam; el Museo de Orsay en París, la Galería Nacional de Washington, el museo de Historia Nacional de Washington, el del Vaticano, el Museo de Arte Catalán, el Museo de Jade en Cartagena, el de Tasmania y el de Georgia O'Keefe en Nuevo México, el museo del South West en Phoenix, y el Museo de Rotorúa, así como hemos fotografiado, incluso sin permiso el interior de las pirámides en Menphis, la Piedad del Vaticano, el David de Miguel Ángel, y algunas maravillas creadas por Rembrandt, Monet, Manet, Cezanne, Gouguin y Picasso.

Juntos hemos visto y fotografiado algunos de los miles y miles de grafitis que afean la capital húngara,y hemos sido testigos de la cantidad de personas sin hogar que duermen en las aceras y en las partes bajas de los edificios, dando un sensación de inseguridad mientras se camina por ahí de noche. Sin embargo Budapest parace ser como el Ave Fenix que renacerá de sus cenizas, y por lo tanto juntos planeamos llegar otra vez en el 2017, esperamos que cambien un poco su apariencia soviética.

Juntos hemos volado en helicóptero sobre el Cañón del Colorado y en globo sobre Capadoccia en la parte asiática de Turquía, sobre casas de hace como siete mil años. Hemos estado de pie frente al Obelisco en la capital de la Unión Americana, el Cementerio de Arlington, La Casa Blanca, la Casa de la Moneda, El Monumento a Jefferson y el Monumento a Lincoln; el "Vietnam Memorial" y el "Korean Memorial", "The Reflection Pool", "Rockefeller Center" y "World Trade Center"; también en la Gran Manzana frente a la Estatua de la Libertad, el Empire State, el Crysler y las Cataratas de Niágara en ese mismo estado, y cruzamos para verla también desde la orilla canadiense en Toronto, que fue la primera vez que juntos recibimos una nevada cuando llegamos a "Niagara by the lake"; también el Capitolio y el Pentágono en Arlington, el Departamento de Estado, la OEA, el Congreso y en la sala de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas; el Canal de Panamá, el Cristo Redentor y la montaña Pan de Azúcar, Corcovado y el Maracaná en Río de Janeiro en Brasil; y el Volcán Osorno y el Volcán Calbuco en Chile; así como el London Eye en Inglaterra y el Melbourne Star en Australia. Vimos juntos la Casa del Parlamento en El Reino Unido; la Sirenita en Copenhague, los Monasterios de Antigua en Guatemala y las misiones en California, estas últimas en un recorrido de dos semanas desde Los Ángeles hasta San Francisco, conociendo Santa Mónica, Santa Bárbara, Malibú, San José y otros "pueblos" icónicos, que aunque ambos conocíamos esa ciudad, ahora la visitábamos juntos, además el Golden Gate y las mejores atracciones de Castro Street. Juntos estuvimos en la Casa Rosada en Argentina en la Plaza de la República, también en la Plaza de Mayo, San Telmo y la Boca, el Caminito del tango, Puerto Madero, el Retiro, la Recoleta, el Teatro Colón, las Milongas y los Salones del Tango.

Los nombres de algunas ciudades o países se me confundían cuando era joven, pero juntos hemos ido eliminando esas confusiones porque estuvimos en "Estonia y Letonia", en "Suiza y Suecia", en "Eslovenia y Eslovaquia" y en "Dubai y Abu Dhabi"; ahora solo nos quedaría pendiente "Iran e Irak" pero las posibilidades son bastante escasas.

Juntos visitamos algunos cementerios grandes de las ciudades a las que llegamos,  y vimos la tumba de John F. Kennedy en la capital norteamericana y la de Evita Perón en Argentina.  

Juntos hemos visto la Torre Eiffel, los canales de Venecia y la Plaza de San Marcos en esa misma ciudad, el Valle de los Monumentos en Utah, que si la vida fuera una fábula, sería aquí donde hubieran filmado la serie de El Correcaminos. Llegamos hasta ahí pasando por Sedona y Flagstaf utilizando la ruta histórica interestatal 66; los saunas naturales de Finlandia; el mercado de pescado y el "Space Needle" en Seatle; el Domo de Florencia y el mausoleo de los Medici ahí mismo; la Fontana Di Trevi, las casas coloniales de Savannah Georgia y Charleston en Carolina del Sur, Wilmington en Carolina del Norte y CN Tower en Toronto; el Emirate Palace que es el hotel siete estrellas de Abu Dhabi en donde se hospeda solo la realeza; así como hemos visto formidables construcciones que sirven de ayuntamiento y casas de gobierno en decenas de capitales. También nos vio pasar la Puerta de Alcalá, la Puerta del Sol, Champs Elysees y el Arco del triunfo; estuvimos en las ventas de arte callejeras en Mont Martre luego de fotografiar el Moulin Rouge, caminamos por el Ponte Vecchio en Florencia en Italia, atravesamos el Puente de las Cadenas en Budapest, el Puente de Carlos sobre el río Moldava, que conecta a la ciudad pequeña de Praga, y años después paseamos por el Malecón de Guayaquil.

Juntos estuvimos en las tierras rojas del desierto australiano, con todas las luces cercanas apagadas, viendo la Cruz del Sur y deleitándonos con la Vía Láctea. 

Juntos hemos caminado sin comprar mucho, por la Quinta Avenida de New York, En Burberry en Boston, The Magnificent Mille en Las Vegas, por  Bahnhof-Strasse en Zurich y por Oxford Street en Sidney

Juntos estuvimos varias veces en el Burj Khalifa en Dubai, que es el edificio más grande del mundo, y en el Burj Al Arab que tiene habitaciones de entre uno y siete millones de colones diarios que tardaron diez meses enfriándolo una vez que encendieron el aire acondicionado, haciéndolo despacio para no crear una nube interna que pudiera llover y dañarlo.

Juntos hemos caminado algunas veces en South Beach en La Florida, y celebramos mi cumpleaños cuarenta con siete amigos en Borbon Street en New Orleans, y viajamos con Paola Fallas a Orlando, para disfrutar la magia de Disney, y en otra oportunidad aterrizamos juntos en Jacksonville en la Florida para conducir hasta Savannah en Georgia y encontrarnos con Verny, Isaura, Alvaro y Kate, y pasar días maravillosos. En ese mismo viaje aprovechamos para hacer una paradita y visitar a nuestros amigos Chaco y David en Myrtle Beach. 

También juntos fuimos a Búfalo, Boston, Connecticut, Rhode Island, Baltimore en el Estado de Meryland, Providence, New Haven, Cinque Terre, San Gimigiano, Trieste y Forth Worth en Texas, en donde conocimos "Stockyards" y "Sundance Square"; también recorrimos Dallas con nuestro amigo Alejandro Durán, y estuvimos en Cataluña en donde comimos tapas y tomamos sangría en un restaurante en la acera, antes de caminar por el Puerto en el Mediterráneo, Las Ramblas. el Barrio Gótico y cuanta callejuela nos encontrábamos, y admirando construcciones de Gaudi. Dias después, en esta misma ciudad y con nuestros dos guías privados y especializados, fuimos a conocer Park Güel, el Parque La Ciudadela frente al Parlamento, el formidable Mont Juic sobre la colina, con sus fuentes asombrosas, construido para el tiempo de la Exposición Universal de Barcelona, todo esto antes reunirnos para cenar con Andrea y Luis Carlos, nuestros sobrinos Sánchez. Pasamos juntos por la sede la Inquisición Española, aunque ya habíamos estado en un lugar similar en Bogotá, causándonos el mismo dolor. Caminamos por la Gran Vía de las Cortes Catalanas, la famosa casa La Pedrera de la familia Milá, que fue lo último que construyó Gaudi antes de dedicarse por completo a la Sagrada Familia, los últimos quince años de su vida, antes de ser atropellado por el tren. Pasamos por el Paseo de la Gracia similar a la Quinta Avenida de New York o Champs-Elysées en Paris, que es el lugar en donde los millonarios, nobles y burgueses tenían sus casas para que los pobres los vieran tomar café.

Juntos visitamos a Tom, Mequi y su familia en Boston, y cuando se mudaron a Bufalo también fuimos a pasar unos días con ellos. Años más tarde cenamos con Elise y su entonces pareja en Manhattan. En Washington nos hemos encontrado varias veces con Trudy Harlow y con Shawn McDermott, a este último también lo hemos visitado en Baltimore; hemos disfrutado Panamá con personas muy queridas como Carlos y María Eugenia Samudio, él ha sido mi gran amigo durante mucho tiempo; también con Mariela Arjona que en mis años de juventud fue la novia que quise y nunca tuve; y con toda la familia Alexander, que desde niño fueron como mis tíos y primos. Juntos hemos cenado en Madrid con Eugenia Chaves, ahijada de Luis Fer; y con María Asuncion Herrera y su hijo Gonzalo; y en Santiago de Chile pasamos momentos maravillosos con Dorita Ruiz y su familia.  

Volamos juntos y pegados a la ventanilla del avión para ver las rojas y finas arenas de Arabia Saudita, luego el Mar Rojo y la Península del Sinaí, que fue la que recorrieron Moisés y los judíos para llegar a la tierra prometida, después de que Dios separara las aguas; también vimos los acantilados de la Isla de Malta, y las playas de Túnez y Argelia.

Hemos estado juntos en decenas de malles ,incluyendo Festival City Mall y el Dubái Mall que es el más grande del mundo; el Mercado de las Especies y el Mercado de Oro en Medio Oriente, ambos operados por indios. Vimos juntos la luna llena en el Gran Desierto de Atacama en Perú, y un par de años después la volvimos a ver en el Desierto de Arabia.

Juntos hemos conocido personas de diferentes e "interesantes" nacionalidades, obviando a los residentes de los países en los que hemos estado, también hemos tenido contacto con rumanos, gente de Serbia, Rumanía, Nepal, India, Mauritius, Filipinas, Yugoslavia y Pakistán.

Juntos estuvimos en el Hotel Viceroy en Yasmarina Circuit, en Abu Dhabi, y vimos la Ferrari. También  vimos donde se construirán el Louvre y el Guggenhein en esa misma ciudad. 

Juntos reportamos para Navégalo Televisión, pasando la señal desde dónde estábamos hasta el estudio central en Costa Rica, dirigido por Óscar Núñez, y desde ahí para el mundo hispanoparlante; y lo hicimos desde Washington en el Distrito de Columbia, desde Danielsville, Lancaster, un pueblo Amish, Williamsburg, Jamestown y desde Alexandria, así como también transmitimos desde varias ciudades en el cono Sur, incluyendo Brasil una semana antes del Mundial de Fútbol, con entrevistas y saludos desde la playa de Ipanema, que después sirvió para material promocional una vez que empezaron los partidos. 

Juntos hemos estado en Virginia en varias oportunidades, en Nevada y en Georgia, y disfrutamos de la experiencia que tuvo KiKa al conocer el mar en Esterillos en Costa Rica. Juntos hemos visto el Rin, el río Elba en Alemania, el río Viena, el Sena, el río Moldava, el Urubamba, el río Guayas, el Potomac, el río Moselle en Coblenza, el Danubio, el Flandes, el Po, el Támesis, el Arno, el río Neckar en Heidelberg en Alemania, el río Manzanares, el Tiber, el Limago en Zurich, el Salzach en Salzburgo, atravesamos el río de la Plata, con un ancho de 100 kilómetros para llegar a Uruguay para conocer Montevideo, y navegamos varias noches en el Río Nilo de Luxor a Aswan;  así como otras muchas maravillas de la naturaleza y otras tantas creadas por el hombre. También atravesamos en tren en ferry desde Alemania hasta Dinamarca, cruzamos la bahía desde Vancouver hasta la isla Victoria y Canadá, y navegamos por la bahía de Guanabara en Las tierras cariocas con visita a la Ciudad de Niteroi.

Juntos conocimos el Manneken Pis en Bruselas, caminando hacia él desde la Gran Plaza al lado de Jean Paul Gaultier, disfrutando el momento al máximo con Jorge Moya; y pasamos un mes en Italia, aprendiendo cocina en casas de los años 1300's, en donde comimos decenas de cerezas directo de la mata, como quien come jocotes en Alajuela; y tomamos galones de vino, empezando en Florencia y terminando en la maravillosa y desordenada ciudad de Roma, que fue la inspiración para que empezara a escribir mi libro "La segunda Inquisición", sin dejar de fotografiarnos en el emblemático coliseo en donde tantos cristianos murieron luchando contra los leones; todo esto sumado a una borrachera en el Museo del Prosciutto en ese mismo país, cerca o dentro de la Toscana.

Hemos comido delicioso en Nyhavn en Dinamarca y salchichas en Hamburgo; nos tomamos fotos en los campos de Canola en Austria, en donde se me vinieron algunas lágrimas al imaginar junto a mi amiga judía, como escapaban sus paisanos en otro tiempo, tratando de salvar su vida por esas planicies en la Segunda Guerra Mundial. Caminamos juntos por Bratislava que es la capital Eslovaca, los antiguos terrenos que formaron parte de los Asburgo, cuando era el Reino Húngaro, hasta la primera Guerra Mundial; y lo hicimos de la mano en Times Square, tratando de no congelarnos en una fría noche de invierno. 

Juntos hacemos migración en cualquier país al que vayamos, y le explicamos al oficial nuestra relación; aunque decidimos no hacerlo en Rusia ni en los Emiratos Árabes Unidos, por un tema de homofobia. Juntos estuvimos frente y dentro de la casa de Su Santidad el Papa, y hemos sido recibidos por el dos veces Presidente de Costa Rica y Premio Nobel de La Paz, don Oscar Arias Sánchez, en su residencia en San José. Juntos hemos destrozado paraguas en Dinamarca y botado una sombrilla doblada por la lluvia y los fuertes vientos en la ciudad germana de Dresde, en el valle de Elba, Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, capital de Sajonia; así como vivimos el bombardeo climático bajo una fuerte lluvia de granizos en Siena, recibimos en Manhattan la primera tormenta invernal del 2014, y nos resguardamos en Praga de un huracán repentino que hizo volar sillas y mesas callejeras. 

Juntos hemos estado, obviamente, en diferentes culturas que tenemos que tratar con mucho cuidado, porque no es lo mismo hablar con los vikingos del norte de Europa que con los campesinos que viven arriba de los Alpes, o los indígenas del altiplano andino, como con los aborígenes australianos; ciertamente no es lo mismo tratar con un árabe de los emiratos a hacer con uno de El Cairo o Estambúl.

Juntos estuvimos en Hungría y en Praga,  que es la capital de la República Checa. Una ciudad que se empezó a construir en los años 900. Una ciudad mágica que enamoró, alcanzó la imaginación y despertó las musas de escritores, músicos, compositores, pintores y muchos más artistas que han deleitado al planeta con creaciones empezadas o terminadas en las tierras que han sido dos veces capital de imperio. Una ciudad en la que se oró con amor y se mató para salvaguardar la fe de algunos. Una ciudad con puentes milenarios que fueron construidos para el transporte de reyes y obispos, y que soportaron nuestros pasos juntos.

Juntos estuvimos en lo que fue la casa de Wolfgang Amadeus Mozart en Makartplatz en Salzburgo, y estando ahí recordamos con melancolía el musical de la Novicia Rebelde; también estuvimos en la casa de Romeo y Julieta en Verona, la de Simón Bolívar en Bogotá, la de George Washington en Mount Vernon y la Residencia de Verano de Pedro el Grande, en las afueras de San Petersburgo; también vimos la casa de Tina Turner en el Golden Cost de Zurich, y la universidad donde estudió Alberth Eistein.

Juntos cruzamos en carro la frontera entre Estados Unidos y Canadá, y al regreso experimentamos una peligrosa tormenta de nieve; también cruzamos caminando por senderos montañosos la frontera entre Italia y Eslovenia.

Juntos disfrutamos de la fuente de la Plaza España en Barcelona, las aguas danzantes de Las Vegas y el alucinante espectáculo en la fuente del Mall de Dubai. Juntos anduvimos en un Hommer corriendo por las arenas, nos montamos en camello y fumamos pipa en un campamento beduino. Juntos hemos estado desde -18 grados en un aterrizaje de emergencia en Manhattan, hasta 43 grados centígrados en las costas del golfo de Arabia.

Juntos hemos estado en más de cinco capitales imperiales y hemos tenido contacto con un gran número de grupos indígenas en el continente americano, como los descendientes de los Incas en Perú y de los Mayas en Guatemala, así como los nativos puros Návajos, Quechuas, uros y Aimaras, y sin olvidarnos de los indios de Emberá, que cuando los visitamos tenían un año de no ver a un hombre blanco, siendo nosotros pasajeros del Prince Albert II de Silver Sea, que viniendo por el Pacífico desembarcamos a la entrada de los canales del Tapón de Darién, y navegamos río arriba hasta llegar a la aldea de hombres con taparrabo y mujeres con los pechos descubiertos; y muy recientemente conocimos a los aborígenes australianos y los nativos neozelandeses. 

Juntos hicimos kayaks y snorkeling en la Isla Granito de Oro, solitaria en medio del Pacífico, en donde el personal del barco, vestido con frag en pantalones cortos, nos ofrecieron Cosmopolitans, famosos cocteles de "Sex and the City", y caminamos por Bondi Beach en Australia, en donde aprovechamos para fotografiar a maravillosos especímenes de la raza humana.

Juntos hemos experimentado la adrenalina de hacer Rafting y Canopy en Costa Rica, Segway en Savanna Georgia, en Queenstown en Nueva Zelandia y en Roma; y Juntos llegamos a Gorgona y a la Isla de la Plata en la pequeña Galápagos, en donde conocimos los Piqueros de patas azules, y más tarde los de patas grises, y posamos en Costa Rica para ser inmortalizados en un acrílico; además alimentamos palomas en el Mar Báltico, desde el piso 12 de nuestro crucero en el Voyager de Regent, frente a las costas de Helsinki, viniendo de lo que fue Leningrado. 

Juntos hemos visitado las más grandes iglesias del mundo incluyendo el Vaticano, la Basilica de San Pedro, la Capilla Sixtina y otras grandiosas de Roma, la Catedral de San Patricio en New York y la iglesia de San Patricio en Melbourne en el Estado de Victoria en Australia;  la iglesia Gótica y la de Basler Münster en Basilea en Suiza, la Catedral Gótica de Viena, la Catedral de Espira en Speyer en Alemania, en cuyo altar se encuentran las tumbas de ocho emperadores del Sacro Imperio Romano Germánico. También visitamos la Catedral gótica de Estrasburgo, la Catedral de Barcelona, la Basílica de Budapest, que es la más grande la ciudad, la Basílica de la Inmaculada Concepción y la Catedral Nacional de Washington; la Catedral de Santa María de Fiore en Florencia, la Catedral de Siena, la Iglesia de San Nicolás en Talín en Estonia, la sinagoga de Budapest y la sinagoga de El Cairo, Notre Dame en la capital francesa, el Templo Expiatorio de La Sagrada Familia en Barcelona, San Matías o el Rey Matías, que es una iglesia gótica de Hungría, con influencia turca; la Catedral Metropolitana de Buenos Aires, la Catedral de Santa María de la Cruz en Sidney y la Catedral de Colonia que es un templo católico de estilo gótico, que se empezó a construir en el 1248 en la ciudad del mismo nombre en Alemania. Nos encaramamos juntos hasta el cucurucho de la Catedral de Basilea en Suiza, y estuvimos frente a la Iglesia del Salvador sobre la sangre derramada en Rusia. En Praga vimos La Catedral de San Vito, donde se coronan a reyes y reinas, la Basílica de San Jorge, la iglesia de Nuestra Señora de Tyn y la iglesia de nuestra señora de la Victoria con el ícono del niño Jesús. En Dresde La iglesia luterana barroca de Nuestra Señora y la Catedral pintada de colores pastel como un teatro para presentaciones matutinas; La Almudena en Madrid, y en Viena estuvimos juntos en La iglesia de San Carlos y la Catedral de San Esteban, la Basílica de San Esteban, la mayor de Budapest; así como otros maravillosos templos en un sinnúmero de capitales; además de haber visitado mezquitas en el mundo musulmán, incluyendo Aya Sofia y la Mezquita Azul en Estambul, otras en El Cairo en dónde nos permitieron orar junto a musulmanes devotos, también Jumeirah en Dubai y Sheikn Zayed en Abu Dhabi, ambas en los Emiratos Árabes Unidos, que nos dejaron boquiabiertos, principalmente porque coincidimos con los cánticos de adoración que erizan la piel. Esta segunda edificación islámica fue inspirada en el Taj Majal, de arquitectura marroquí, y con un costo de seiscientos millones de dólares, o sea trescientos veinticuatro mil millones de colones.

Juntos estuvimos disfrutando varias de las grandes obras de Gaudí en Barcelona, y hemos celebrado el cumpleaños del rey de Holanda, vestidos con camisas de color naranja en las calles de Amsterdam. Juntos hemos estado en el pre-gay Parade de Washington y de Bruselas, así como juntos hemos inflado cientos de globos en el piso diez de las Torres Paseo Colón, para arrojarlos el día de la celebración del Orgullo Gay en San José.

Estando en Basilea y antes de tomar un crucero por el ring, llegaron juntas por correo del Ministerio del Interior, nuestras aprobaciones de Visa para poder entrar a Dubai una vez que termináramos nuestras vacaciones en Europa en ese 2015, y disfrutar del emirato y de la compañía de Frank Araya que nos esperaba juntos.

Juntos estuvimos en el Gran Imperio Inca y en el otrora imperio Austro-Ungaro. En la capital de La República Checa vimos El Palacio del Arzobispo, el Castillo de Praga, el Castillo Marksburg en Coblenz, que es el único en el Rin que nunca fue destruido y ha continuado ocupado por más de 700 años. El Castillo de Bratislava, el Palacio de Lobkowicz y la Plaza de San Wenceslao, así como la torre del ayuntamiento con el reloj astronómico medieval, en donde nos encaramamos para tomar fotos; hemos visto el Palacio de Belvedere, el Palacio Imperial de Hofburg y el Palacio de Schönbrunn en Austria; el Palacio de Mirabell, el de Helbgrunn en Salzburgo; el Palacio de Buckingham en Londres, varios palacios en Estocolmo y los parlamentos de Viena, Londres y El Cairo.

Juntos hemos degustado vinos en todos nuestros destinos, pero principalmente en aquellos países o ciudades que han sido productores tradicionalmente, como Francia, Italia, Argentina y Napa en California. Juntos en varias oportunidades, nos hemos dormido en un país y amanecido en otro, mientras nos transportamos en avión, en barco o en tren; así como estuvimos en las noches blancas en el Norte de Europa.

Juntos viajábamos entre Zurich y Praga cuando nuestro tren tuvo problemas técnicos luego de pasar por Frankfort, y antes de experimentar el miedo de ser acosados por un guardaespaldas que parecía ser ruso y peligroso; tal vez resultó ser un momento más aterrador que cuando juntos caminamos por la favela brasileña, ante la mirada amenazante de algunos de sus residentes, o cuando una mujer loca nos persiguió por las calles de Melbourne en Australia.

Juntos nos cuestionamos cómo no se ha caído la torre inclinada de Pisa, mientras la veíamos y fotografiábamos, minutos después de ser testigos de un accidente de tránsito en el que se vio involucrada una patrulla italiana que estaba en persecución. Además la vida nos ha permitido viajar juntos en tres cruceros, trenes normales y de alta velocidad, tranvías, monorieles, barcos de tamaño mediano, botes pequeños, helicóptero, aviones, camellos en Dubai por primera vez y más recientemente nos encaramamos en un dromedario en nuestro camino hacia Ayers Rock en Australia, y después en otro camello mal oliente para recorrer el desierto del Sahara y fotografiar las pirámides de Egipto; también anduvimos juntos en un velero en la bahía de Auckland, en donde a ambos nos permitieron "manejarlo". 

Juntos hemos recibido el Año Nuevo en Costa Rica, en Washington, en California, en Arizona, en Londres con Allan y Otto, en Bogotá con Antonio Alarcón y Ricardo mientras ambos trabajaban en nuestra representación diplomática en Colombia; también habíamos visitado a Antonio cuando vivía en New York, siendo parte de  la Organización de las Naciones Unidas. En Pensilvania en la casa de nuestra querida sobrina María José Cardona, y aprovechamos para hacer una cena deliciosa para sus amigos. También recibimos el año nuevo varias veces en New York y otras en New Jersey, y en el enigmático y energético Cusco, capital del Gran Imperio Inca en Perú, cuando aprovechamos para pasar algunas noches en Lima que es la segunda ciudad más grande del mundo construida en el desierto, superada únicamente por El Cairo, que también visitamos juntos. 

Juntos hemos recorrido Letonia, Estocolmo en Suecia, y en Suiza hemos estado en Zurich al pie de los Alpes, que es la principal ciudad y motor financiero del país, así como en Lucerna arriba en las montañas y en Engelberg que está edificada dentro de estos maravillosos cerros, y años más tarde fuimos a Basilea, en las orillas del Rin. 

Juntos hicimos un tour por Pest, antes de recorrer Buda y Obuda, visitamos el parque deportivo, las ruinas romanas, el parque de diversiones, el castillo en conmemoración de mil años de la conquista de Hungría, el monumento al escribá del Rey Adalberto IV, la Plaza Mayor, y llegamos hasta el pueblo de San Andrés, que es un pueblo de artistas fundado en el siglo XII cuando la invasión de los mongoles, en las orillas del Danubio.

Juntos nos hemos hospedado en maravillosos hoteles alrededor del orbe, incluyendo el monasterio de Antigua Guatemala, en donde nuestra habitación parecía haber sido la cava o una cripta sin ventanas, el maravilloso otrora palacete praguense, el Hotel Intercontinental Dubái Festival City, dos hoteles en Egipto que se anuncian como de los mejores y más lujosos del mundo y en las cuevas de Capadocia construidas  cerca de cinco mil años antes de Jesucristo, así como en decenas de hoteles de prestigiosas cadenas que ahora no puedo recordar. También juntos, hemos entrado y salido de Europa varias veces, desde y hacia América o Asia, algunas en vuelos en clase económica y otros en primera clase, cuya diferencia es enorme en materia de servicio y comodidad. Igual ha sucedido en algunos trenes que tienen tres clases con diferentes precios y en todas hemos andado juntos, escogiendo la Primera para viajes en los que dormiremos en el trayecto, como cuando lo hicimos entre Suiza y la República Checa, con una habitación con mayordomo en donde pudimos dormir la noche cómodamente.

En nuestro paso por Perú, en las tierras de Atahualpa, pudimos visitar, entre otras ciudades, Pisco y los acueductos de Pisaq, Pachacamac, Coricancha, Calca, Urubamba, Tambomachay, Qenqo, Machu Picchu, Raqchi, Pukapukara, Ollantaytambo, reserva de Paracas y Sagsaywaman; sin olvidarnos de Juliaca que es una ciudad sin ley y posiblemente el lugar más feo que hemos visto en lo que conocemos del planeta; y por ahí, principalmente en el valle sagrado, conocimos las alpacas, vicuñas, y guanacos, y luego en Oceanía, mientras celebrábamos nuestro aniversario número 13, vimos el Wombat, búfalos, perros ovejeros, los koalas, los demonios de Tasmania y vimos ovejas blancas y ovejas grises, emúes, focas, caballos diminutos como un perro, Kiwis, Wallabees; también hemos visto venados rojos de cornamenta de 14 puntas, que te hacen sentir como estando en el corral de Santa, vacas peludas y cigüeñas con cría. Juntos hemos visto pingüinos, aunque a estos últimos ya los habíamos visto en Perú; además alimentamos entre risas y gritos de alegría, a los maravillosos Kanguros grises en Tasmania, días después conocimos los hermosos kanguros rojos en el Alice Springs Desert Park, en donde también vimos cientos de aves en el Territorio del Norte de Australia, incluyendo los bichos e insectos que no conocíamos, y además fuimos a un BBQ en el desierto. 

Hospedados juntos en Hobbat fuimos a conocer las colinas de Rosny Hill, el "Royal Tasmanian Botanical Garden", Richmond, Glenorchy y el Zoológico Bonorong; y antes de volar a Sidney hicimos compras en el Mercado Sabatino Salamanca.

Juntos, por lo tanto, hemos estado en el Outback australiano, visitando el "Royal Flying Doctor Service", el "Alice Springs School of the Air", "The Post and Telegraph Office" y "Alice Springs Desert Park". Caminamos entre árboles de eucalipto de tronco blanco, cuyo olor daba la maravillosa sensación de estar en tierra de koalas. Nos compramos un helado en una pequeña tienda que está ubicada en los terrenos que fueron del abuelo de Nicole KIidman, y estando en el hemisferio sur, justo debajo del hueco de la capa de ozono, sentimos como nuestra piel se cocinaba lenta o rápidamente, llegando a dañar mis anteojos con aumento.

Caminamos felices y encantados por las calles de Melbourne, disfrutando de su elegante sabor inglés, visitando el "Fitzroy Gardens", el "Queen Victoria Market" y "The Block", que es un "paseo" de calle a calle, como una copia de la galería de Milán. Nos subimos al piso 88 del "Eureka Tower" para tener vistas de la ciudad Sidney en 360 grados, mientras nos hospedamos en el Rendezvous Hotel, y días después estuvimos en "Sky Tower" para ver la ciudad de Auckland desde mucha altura. También vimos la Antigua Aduana, el Ayuntamiento, la Casa del Parlamento el Santuario de la Memoria, que conmemora a los 114.000 hombres y mujeres de Victoria, que sirvieron en la Primera Guerra Mundial, y llegamos a tiempo para presenciar la ceremonia en recuerdo de estos soldados en el "Shrine of Remembrance" en "Gallipoli Memorial Garden". Fotografiamos el monumento "888" que representa las libertades o derechos del trabajador, en donde cada ocho significa las horas de trabajo, las horas de entretenimiento y las horas de descanso.

Juntos estuvimos en "Kata Tjuta" que es una de las mayores atracciones del Parque Nacional "Uluru-Kata Tjuta", siendo a su vez uno de los mayores monolitos del mundo, con más de 348 metros de alto, más que la Torre Eiffel, 9 kilómetros de contorno y 2.5 kilómetros bajo tierra; un lugar sagrado para los aborígenes australianos y desde 1987 es Patrimonio de la Humanidad. También es conocida como "El ombligo del mundo", y es uno de los íconos naturales más famosos de Australia. Todo este parque es más de dos veces el tamaño de Singapoure.

Juntos en Cairns, mientras nos hospedábamos en el Hilton y con vistas del Mar de Coral desde nuestra ventana, fuimos al "Wildlife Park de Hartley" o "Hartley´s Crocodile Adventur" en "Wangetti" para una visita de cerca a una granja de cocodrilos, antes de conocer Port Douglas camino a "Wetherby Station Dinner" para conocer la vida de los ganaderos del continente; y a nuestro regreso a la ciudad, en las horas del atardecer, pudimos ver a los kanguros rojos correr libremente por las praderas, de manera silvestre.

Juntos abordamos un catamarán de alta velocidad en el parque patrimonio de la humanidad "La Gran Barrera de Marina", que es considerado una de las siete maravillas naturales del mundo, en donde está "La gran barrera de coral", y aprovechamos para conocerla en un submarino y luego por nuestra cuenta y con cámaras especiales haciendo snorkeling junto a una isla de arena blanca y miles de aves descansando.

Juntos fuimos al centro cultural aborigen "Tjapukai", bailamos con ellos, aprendimos el uso de los boomerangs y nos enseñaron a lanzar la jabalina. Juntos llegamos a Kuranda, cuyas elevadas temperaturas casi me hicieron perder el conocimiento, y aunque no tan altas como Abu Dhabi, la humedad del bosque tropical, luego de una lluvia de 5 minutos, aumentó la sensación de no poder respirar.

Juntos caminamos varias veces, desde el Holiday Inn Darling Harbour, por la Marina en Sidney, el "Studio", el "Concert Hall" y el "Joan Sutherland Theatre" de "The Opera House", e hicimos algunas compritas en Market City en esa misma ciudad, disfrutando de las decoraciones por el año nuevo chino, y subimos a "The Sidney Tower Eye" para tener vistas panorámicas.

Juntos volamos en Qantas Airlines a Nueva Zelandia, sobre el Mar de Tasmania, para aterrizar en Queenstown, que es como "El jardín secreto de Dios" con aguas glaciares y montañas nevadas, en donde filmaron el "Señor de los Anillos". Estando en este país pudimos conocer la isla del norte y la isla del sur, teniendo problemas en el aeropuerto a causa de nuestros pasaportes costarricenses que tienen dos numeraciones, el de identidad y el de la libreta; a pesar de que somos una de las muy poquísimas nacionalidades del mundo que usan un mismo número para todas sus identificaciones (cédula, licencia, seguro social, etc).

Estando juntos en Nueva Zelandia aprovechamos para visitar "Te Anau" que es el segundo lago más grande del país, sin embargo el que reúne la mayor cantidad de agua, los acantilados del Pico Mitre, las cascadas y los fiordos de "Milford Sound", en el Parque Nacional "Fiordland", conocido como la octava maravilla del mundo, al lado de una dramática fractura de la corteza terrestre, el límite de las placas Pacífica y Australiana. También pudimos quedar maravillados al ver las enormes montañas verticales con miles de cataratas bajando por sus paredes; caídas de agua color blanco absoluto, como la leche, que cambiarían a turquesa cuando se junten con las aguas glaciares.

Juntos estuvimos en "Arrowstown" para admirar los edificios de madera que encierran gran colección de joyas, pepitas de oro, jade y artículos de lana. Visitamos la aterradora carcel, seguida de una hermosa avenida custodiada por árboles traídos de Europa en los tiempos en que se permitía la entrada de productos que pusieran en riesgo de plagas al continente. Conocimos los géiseres de Rotorúa que hacen que toda la ciudad huela a azufre, en donde aprovechamos para cenar en una casa de nativos maoris neozelandeses. 

Conocimos el pueblo indígena de Ohinemutu, e hicimos la ceremonia de saludo pegando las narices y las frentes mientras estrechábamos las manos. También estuvimos en "Te Puia", en "Kaitao Intermediate School" para compartir con niños locales y que nos hiciera la ceremonia "Powhiri", y en "Te Whakarewarewatangaoteopetauaawahiao" para conocer la forma tradicional en que la gente de Nueva Zelandia tallaba la madera, hacían los tejidos y preparaban su comida.

Juntos en nuestro recorrido por el mundo, hemos volado sobre muchos lugares, como cuando lo hicimos al sur de Nueva Caledonia y la Isla de Fiji, o cuando pasamos al sureste de Hawai y Honolulu; también volamos sobre Haiti, Islas Bahamas y las Islas Azores antes de alinearnos hacia Oporto en Portugal, con ruta a Madrid en España, y conectar luego con Barcelona en el mismo país.

Juntos hemos vivido una vida maravillosa; y hemos estado de la mano, nuestra conexión es privilegiada. Juntos hemos orado y hemos sentido la presencia de Dios bendiciendo nuestra unión.

Luis Fer y Vinny, juntos por siempre.

Amén

...continuará...

Un agradecimiento especial para Aarón Alvarado que formó parte importante en aquellos días en que empezábamos nuestra vida juntos, y a María José Saenz, que como doctora me ayudó en una crisis en el Sur de América, inyectándome varias veces, incluso en sillas de aeropuertos.

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