La vida me jaló las orejas

“La vida me jaló las orejas”

Vinicio Jarquín C.

7 de junio de 2017

        Mi propósito de vida, desde hace algún tiempo, es hacer feliz a la gente. Para ello necesito estar siempre conectado en positivo, sonriente y dando lo mejor de mí a lo que venga.

        Esta tarde tuve que pasar donde un proveedor nuevo para que me diera una muestra de su producto. Mi contacto no estaba y un chico joven me atendió. Muy sonriente me dio la muestra, pero yo no estaba tan contento porque no era lo que quería, entonces quedamos en que lo tendría listo para mañana. Me despedí y me fui.

        En el camino a casa empecé a sentir algo muy extraño dentro de mí. Sentía como si hubiera estado en uno de esos momentos formidables, frente a alguien amable y conectado positivamente, y dejé pasar el momento. Mi cabeza estaba siendo golpeada por la sonrisa de ese chico que prometió que para mañana muy temprano todo estaría listo.

        Por supuesto sentía culpa y lamentaba haber dejado pasar un momento agradable con alguien que trabaja con mi nuevo proveedor. Mientras manejaba llamé por teléfono y pedí hablar con el joven que me había atendido.

        Me disculpé con él. Le dije que me había parecido muy simpático y amable y que me perdonara por no haber correspondido a esa actitud como debí haberlo hecho. Le agradecí su amabilidad y le comenté que lamentaba no haber sido más simpático cuando estuvimos juntos. Fue un momento bonito, y si el primero lo desperdicié, ahora había sacado la cara y estaba teniendo una conversación telefónica bastante poco usual.

        Me comentó que tiene un canal de Youtube para hacer videos motivacionales ayudando a la gente a ser feliz y a dar lo mejor de sí mismos. Según él, la actitud es lo único que nos diferencia de otros seres vivos.

        Ahora me pregunto. ¿Será que yo también, como él, alguna vez he logrado sacar a la gente de un mal estado y ponerlos de mejor ánimo?, no lo sé, pero voy a trabajar en eso. Trataré de seguir inyectando un buen estado en los demás, vengan serios o no, y así cumplir mi propósito de vida.