Viva Costa Rica


Viva Costa Rica
Vinicio Jarquín C., 18 de octubre de 2017

He leído en Facebook críticas por aquellos que congestionaron las calles de San Pedro,
y tal vez de otras localidades, por las ofertas de pollo de un restaurante.

Dentro de esos comentarios se señala la banalidad costarricense, en donde el tico promedio
se preocupa más por la oferta de comida o por los alcances de la Sele, que por la corrupción
que vivimos y tal vez por el tema del cementazo.

Me pregunto: ¿Cómo sabemos que esa gente no está preocupada, además, de la problemática
nacional?, ¿Mientras está el tema de la corrupción, no podemos ver partidos de la Sele?,
¿Mientras termina el asunto del cementazo, no tenemos que comer?

Un tema no es excluyente del otro, las personas podrían estar preocupadas por una cosa
y disfrutando la otra, de alguna manera esa podría ser la prueba de que somos un país feliz.
Y esa ventaja costarricense nos hace vivir en paz, pese a lo que pase, y que no podemos corregir
por nuestros propios medios, necesariamente.

En todo caso, no me preocupa para nada que la gente haga filas para comprar pollo barato para
–toooda- la familia; tampoco me estresa que los fanáticos griten gol y lloren viendo el partido de
la selección nacional, como tampoco me quita el sueño si muchos “mañanean” para ir
al Automercado a comprar un Wok por una parte de su precios regular.

Lo que si me preocupa es ver como muchos sacan tiempo para criticar a los otros, solo porque
en medio del “caos” pueden encontrar momentos de felicidad, y probablemente compartirlos
con sus hijos, que están tan desconectados de las acciones del JCB.

Tengo un par de preguntas más. ¿Será que las críticas que llegan por la venta del pollo
o de las ollas, las hacen aquellos que no necesitan economizar un poquito de dinero algunas veces,
para que alcance para más?, o más bien es la oportunidad perfecta para que creamos que “ofertas,
yo jamás”.

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