Los asistentes de Insight

“Los asistentes de Insight”

Vinicio Jarquín C.

23 de noviembre de 2015

Hace casi dos mil años hubo un hombre que caminó por la tierra predicando y trayendo la salvación para la humanidad completa, y lo hacía en su nombre propio y en el de su padre, bajo la inspiración del Espíritu Santo, siendo la trinidad en la que uno de ellos: el Cordero de Dios, el Hijo de Dios, el Rey de Reyes y Señor de Señores, se hacía hombre tan sólo por amor a nosotros.

En su misión fue reclutando, uno por uno, a doce hombres que creyeran en él y que estuvieran dispuestos a entregar su tiempo y su trabajo para predicar el amor y la libertad, y así salvar cuantas almas pudieran, dándoles comunicación directa con aquel que los había creado y una vía para obtener la salvación eterna de su alma.

Después de esto y en estos casi 20 siglos muchos han intentado, con gran éxito, hacer lo mismo y seguir sus pasos; ponerse una misión de salvación y liberación, reclutar a grandes seguidores y juntos darle la mano a diferentes grupos que lo necesitan, haciéndolos vivir en armonía, paz y amor.

Son tantos los grupos que no puedo hablar de ellos o de varios, pero si lo puedo hacer de Nevine Kashmiri y su grupo de asistentes valientes que levantan la mano cada vez que ella organiza un seminario; entregan su tiempo, su esfuerzo y su trabajo para que otros puedan vivir esta maravillosa experiencia, y para rescatar a la mayor cantidad posible de personas, de sus miedos y conflictos, dándoles la oportunidad de ser seres humanos nuevos y libres de ataduras; y además poder darles las herramientas para que puedan seguir viviendo la segunda parte de sus maravillosas vidas.

Hombres y mujeres que con amor incondicional y una entrega total, nos permiten caminar por el sendero que muchos llamamos: “nuestra mejor experiencia”.

Gracias muchachos y muchachas, gracias Nevine, porque si hombres como Jesús decidieran venir a la tierra en estos tiempos, serían hombres y mujeres como ustedes los que levantarían la mano para ayudar a salvar la humanidad.

Un abrazo fuerte y mis respetos, porque ustedes son dadores de luz, y seguiremos su ejemplo para hacer de su misión una práctica diaria, que logre iluminar al mundo.

Benditos sean ustedes, sus familias y sus vidas.

Vinny