Los desastres naturales
“Los desastres naturales”, según yo.
Vinicio Jarquín C., 5 de octubre de 2017
Es evidente que en los tiempos actuales, principalmente en
este invierno y en términos de huracán, estamos sufriendo muchos desastres,
principalmente en la parte del mundo en la que podemos ser testigos
presenciales.
Muchas publicaciones hablan de lo culpables que somos por el
calentamiento global, de lo que deberíamos hacer, y de lo frecuentemente que se
presentan.
Analizando estos temas o motivos, empezaré diciendo que no
me gusta vivir con culpas, dándome golpes de pecho, o sintiéndome culpable por
esto o por aquello. Así que, muy dentro de mí, no me culpo por eso, aunque no
por ello dejo de hacer algo por el ambiente. Selecciono la basura y trato de
consumir productos que no dañen el planeta en el que vivirán las futuras
generaciones. Pero sin culpa y sin auto-señalarme.
Continuando con el análisis. También creo que aunque en los
tiempos actuales es posible que los desastres se presenten con mayor frecuencia
por el calentamiento global. Y aunque muchos digan que “este planeta” ya no
aguanta más, yo creo que todavía puede aguantar mucho más, como lo ha hecho por
miles de miles de años, y que cuando ya no aguante, no aguantará. Ya se verá la
evolución o la transformación, aunque no seremos nosotros los que estemos aquí.
También es posible que los desastres no se estén presentando
con muchísima más frecuencia que como lo hicieron en el pasado. Antes llovía
como hoy y la gente decía: “¡Uy!, amaneció en temporal, y al día siguiente
contaban los daños y la vida continuaba. Eso se debía a la falta de información
y a la escasa tecnología que no les permitía saber el momento exacto cuando
nació el huracán, dónde, hacia dónde, a qué velocidad, con qué vientos y que
posibles desastres tendrá. Todo era una sorpresa y no comentaban del hecho
desde antes o hasta después. La poca información era ventaja o desventaja.
Esa misma tecnología que hoy causa un poco de calentamiento
global es la misma que nos permite saber cuáles son las consecuencias de ese
calentamiento. Es como el cuento del huevo y la gallina, y la verdad es que no
sé qué es peor.
Podríamos leer una noticia en donde dice que 14 niños fueron
asesinados en Siria, a 500 kilómetros de Capadoccia, en la parte asiática de
Turquía. Luego de esta publicación muchos “nos” desgarramos de lo malo que está
el mundo, de “hacia dónde vamos” y en “qué vamos a parar”, pero esto se debe
solo a los avances de la información, y de las noticias que nos llegan.
Antes de esta tecnología, los españoles mataron a miles indígenas
en América y nadie se dio cuenta. Los europeos asesinaron nativos americanos, Bélgica
hizo locuras en el Congo, Inglaterra exterminó sistemáticamente a los aborígenes
australianos, y la lista continúa.
En resumen, el mundo no está necesariamente peor, es solo
que hasta ahora nos enteramos. Como se enteró la humanidad de lo sucedido en
los campos de concentración alemana, mucho tiempo después de que sucediera.
No quiero que me mal interpreten, hay muchas cosas que están
mal y debemos tratar de cambiarlas, corregirlas y/o detenerlas, pero no son
nuevas y no es sinónimo de que vamos a la destrucción total, al menos no más
que antes. Según yo.
Adicionalmente, aunque trabajaré por ser mejor ser humano y
mejor terrícola, no andaré por ahí llevando cargos de conciencia o
auto-machacándome sin hacer nada, haré algo. Y tampoco te culparé por hacerlo,
aunque espero que ayudés a que este mundo llegue a rendir por mucho tiempo.
Muchos dicen que tenemos que cuidar el planeta que
heredaremos a nuestros hijos, ¡ok!, aunque como sabrán, no tengo ni tendré
muchos hijos a quieres heredarlo. Yo no cuido este planeta para dejárselo a
nadie, yo lo cuido como parte de mi agradecimiento por lo que me ha dado. Yo no
lo cuido por culpa, obligación o herencia, lo cuido porque lo quiero.
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