Una persona normal

Una persona normal. 

Hoy me di cuenta que durante este mes de enero, en el seminario, he sido una persona normal, o al menos diferente a lo que suelo ser, aunque no sé exactamente cuál es la normalidad. 

Levantado a las 6:30 para salir caminando a las 8:30, y entrar a las 9:00, ni un minuto más; de lunes a lunes, durante 30 días. Y por supuesto en una ciudad, que aunque es bonita, no tiene el servicio al cliente tico, ni por asomo. 

Vestirse como dictan, hacer todo lo que digan, almorzar de tal hora a tal hora, y en la tarde igual, incluyendo la hora de salida. 

Levantar la mano para hablar, y esperar a que alguien diga que es tu turno. Relacionarse con muchas personas cada día, y algunas de ellas decididas a seguir las reglas al pie de la letra, aunque no las entiendan o no hayan sido justificadas, con la facilitadora menos amorosa que he conocido en Insight. 

No tener tiempo para pintar, escribir, tomar fotos, escuchar música, ver tele, dormir la siesta o levantarse tarde un sábado o domingo. 

Pasar al súper, que ciertamente no es Automercado y su atención, caminando bajo el sol de verano en Chile,  y seguir al apartamento con las bolsas. Cocinar porque si no, no hay qué comer. Lavar ropa y planchar, porque si no, no hay qué ponerse. Y estar acostado a las 11:00 pm, para el día siguiente. Sin tomarse una copa de vino, porque el seminario tiene reglas de 24 horas diarias. 

Sujetarse a esto, aquello, y aquello otro. 

¿Bonito?, tal vez sí. ¿Diferente?, claro que sí. Pero ansío que llegue febrero, para volver a ser el mismo anormal de siempre. 


Punto. Vinny 

Comentarios

Entradas populares